El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó su proyección para el crecimiento de la economía de Estados Unidos a 7% desde el 6,4% pronosticado hace tres meses, con lo que se anotaría la mayor expansión desde 1984.
Ello en base a los apoyos fiscales y monetarios así como la disminución de los casos de coronavirus ante el avance en el proceso de vacunación.
Además el organismo estima que la Reserva Federal probablemente tendrá que empezar a subir las tasas de interés a fines de 2022 o principios de 2023, ya que el aumento del gasto público mantiene la inflación por encima de su objetivo promedio a largo plazo.
El banco central de Estados Unidos probablemente comenzará a reducir las compras de activos en el primer semestre de 2022, señalaron funcionarios del fondo con sede en Washington en un comunicado tras la conclusión de las llamadas consultas del artículo IV, la evaluación del FMI de la evolución económica y financiera de los países después de sostener reuniones con legisladores y funcionarios públicos.
“Manejar esta transición , desde brindar garantías de que la política monetaria continuará proporcionando un poderoso apoyo a la economía hasta prepararse para una eventual reducción de las compras de activos y el retiro de la acomodación monetaria, requerirá una comunicación hábil en un plazo potencialmente ajustado”, dijeron los funcionarios del FMI en el comunicado final.
La Fed mantuvo las tasas de interés cercanas a cero en su reunión del 15 al 16 de junio y señaló que probablemente las dejará en ese nivel hasta el próximo año para ayudar a la economía estadounidense a recuperarse del covid-19.
Los funcionarios visualizaron dos alzas de tasas para 2023 y siete de los 18 responsables de la política monetaria quieren elevarlas en 2022, frente a los cuatro de marzo.
Inflación
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que los recientes bruscos aumentos de la inflación serán en gran medida transitorios debido a los cuellos de botella y que las expectativas en general están donde la Fed quiere.
El índice de precios del gasto en consumo personal, que la Fed utiliza para su meta de inflación, aumentó 3,9% en mayo con respecto al año anterior, la mayor alza desde 2008.
El FMI prevé que el aumento sea transitorio, y que el índice alcance un máximo de 4,3% y caiga a alrededor de 2,5 % para fines de 2022. Esta cifra sigue estando por encima del objetivo promedio a largo plazo de la Fed del 2%.
En su reunión de junio, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) elevó todas sus previsiones de inflación hasta finales de 2023, con lo que los funcionarios consideran que los gastos de consumo personal, su medida preferida de las presiones sobre los precios, aumentarán un 3,4% en 2021, frente a la proyección de marzo del 2,4%. Elevaron la previsión para 2022 al 2,1%, y al 2,2% para el año siguiente.
El personal del Fondo estima que el mayor gasto estadounidense propuesto por el presidente Joe Biden en el Plan de Empleo Estadounidense, centrado en la infraestructura, y el Plan para las Familias Estadounidenses, basado en el gasto social, aumentaría el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en un valor acumulado de aproximadamente 5,3% entre 2022 y 2024.
Los legisladores han liberado una oleada de fondos de ayuda en los últimos 15 meses para impulsar la economía a través del Plan de Rescate Estadounidense de US$1,9 billones aprobado en marzo, un paquete de US$900.000 millones aprobado en diciembre y la Ley Cares de US$2 billones de marzo de 2020.