FMI vuelve a recortar proyección de PIB 2023 de Chile y ahora ve caída de 1,3%

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Foto: Andres Perez

La entidad entregó esta mañana los resultados preliminares de su misión en el marco del tradicional Artículo IV. Para 2022 subió levemente su estimación desde un alza de 2% a una de 2,1%. Además tuvo elogios para las políticas monetaria y fiscal. Sobre el proceso constitucional, la entidad dijo que "si bien se espera que continue, la incertidumbre sobre su resultado se ha aminorado".


El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó esta mañana la declaración del término de la misión que evaluó la situación económica de Chile y puso una nota más pesimista sobre el desempeño de la actividad durante el próximo año.

En las conclusiones preliminares del personal técnico del Fondo, en el marco del tradicional Artículo IV del Convenio Consultivo del FMI, los expertos recortaron nuevamente su proyección para el próximo año, pasando de una caída de -1,0% -anunciada en el marco del World Economic Outlook a inicios de este mes- a a ver ahora una contracción de 1,3%. Además, hay que recordar que la entidad ve que Chile será la única economía de toda América Latina y las islas del Caribe en anotar una contracción el próximo año.

Para 2022 el Fondo ajustó levemente al alza su proyección, desde 2,0% a 2,1%.

En su declaración, el FMI puntualizó que “tras una notable recuperación posterior a la pandemia de Covid-19, la economía chilena está experimentando una transición necesaria hacia un crecimiento más sostenible. Gracias a una respuesta política multifacética, eficaz, considerable y bien coordinada, la economía se recuperó muy rápidamente de las secuelas de la pandemia, provocando la acumulación de desequilibrios macroeconómicos. En un entorno caracterizado por una brecha del producto positiva, fuertes presiones inflacionarias y un abultado déficit de la cuenta corriente, las autoridades han endurecido debidamente las políticas macroeconómicas, sin dejar de apoyar el empleo que se encuentra rezagado ni de proteger a los más vulnerables”.

Respecto a la actividad, la balanza de riesgos “se inclina a la baja”, aseguran. El Fondo señala que entre los riesgos externos “están la posibilidad de una desaceleración o recesión mundial brusca, con la consiguiente escalada de las primas de riesgo internacionales y volatilidad de los precios de las materias primas; un posible desanclaje de las expectativas inflacionarias en las principales economías en paralelo con un mayor endurecimiento de las condiciones financieras mundiales; shocks en los precios de las materias primas; o una intensificación de los efectos colaterales de la guerra de Rusia en Ucrania”.

Mientras, los riesgos internos “están relacionados con una inflación elevada que se prolongue más de lo previsto, malestar social por los precios elevados de los alimentos y la energía, lentitud en las reformas para satisfacer las demandas sociales. Si bien se espera que el proceso de reforma constitucional continue, la incertidumbre sobre su resultado se ha aminorado”.

Respecto de la inflación, la entidad ve que 2023 cerraría en un 5% y al cierre de 2024 ya estaría en la meta del Banco Central de 3%.

Política monetaria y fiscal

La entidad destaca que “la gran solidez de los fundamentos económicos y de los marcos de política son la base de la resiliencia de Chile y de su capacidad para responder a los shocks”, lo que le ha permitido además acceder a las líneas de crédito flexibles del FMI.

Respecto de la evaluación de las instituciones, el FMI respaldó al Banco Central de incrementar con fuerza la Tasa de Política Monetaria, para controlar la inflación. “El BC ha hecho bien al adoptar una política monetaria más restrictiva para moderar las presiones inflacionarias, y continúa vigilando los riesgos que inciden sobre el escenario macroeconómico”. Esto, en un marco en el que las presiones inflacionarias “han sido considerables, ya que los efectos mundiales de contagio de los precios se han visto agravados por factores internos, como una posición cíclica muy positiva (pero que está contrayéndose con rapidez) y la depreciación de la moneda”.

Con todo, aunque según el FMI “la orientación de la política monetaria es adecuada”, indican que “prevalecen los riesgos al alza para la inflación, lo cual podría hacer necesaria una prolongación del ciclo de endurecimiento si las presiones inflacionarias persisten”.

Respecto del BC, también valoró de buena forma el programa de intervención cambiaria, el que “sirvió para abordar los riesgos derivados de las condiciones desordenadas de los mercados”. En el mismo tema, puntualizó que “convendría reponer las reservas externas cuando las condiciones lo permitan”.

También se destacó al sector financiero, el que “sigue siendo resiliente, y los bancos cuentan con niveles adecuados de rentabilidad, capitalización y liquidez”.

Sobre la política fiscal, la entidad también tuvo palabras de elogios. “Los resultados fiscales superiores a las metas que han obtenido las autoridades en 2022 son notables. Se prevé que el saldo fiscal general arroje un superávit de 1,6% del PIB (el primer superávit en una década), frente a un déficit de 7,7% del PIB en 2021. Esta extraordinaria consolidación tuvo como base el retiro de las medidas de estímulo relacionadas con la Covid-19 y una sólida recaudación de ingresos (en parte por factores excepcionales). El gobierno además repuso US$6.000 millones en el fondo de ahorro soberano y reasignó gasto dentro de la dotación presupuestaria para apoyar a los más vulnerables, incluyendo: i) medidas para mitigar el impacto de los altos precios de la energía y los alimentos; ii) subsidios a favor del empleo en los sectores rezagados; y iii) transferencias focalizadas para los hogares”.

En el mismo sentido, según el FMI “el proyecto de Ley de Presupuestos de 2023 se centra en el gasto social y la inversión pública de forma coherente con la sostenibilidad fiscal a mediano plazo preanunciado por las autoridades y la sostenibilidad de la deuda”. De todas formas, planteó que “a fin de apoyar el proceso desinflacionario y la convergencia de la cuenta corriente, sería recomendable ahorrar todo ingreso por encima de lo proyectado y esperar para desembolsar fondos no asignados”.

El FMI se detuvo también en analizar los cambios que se están discutiendo en el Congreso a la Ley de Responsabilidad Fiscal, señalando que esos esfuerzos “para perfección el marco fiscal muy sólido de Chile son loables”. Además de respaldar cambios como una cláusula de escape explícita y otros, añadió que también “serían convenientes otras mejoras, por ejemplo, en el análisis y la gestión de activos y pasivos y de riesgos fiscales, y la función de supervisión y asesoramiento del Consejo Fiscal Autónomo”.

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Reformas tributaria y de pensiones

En el medio de la discusión sobre la reforma tributaria, la entidad internacional dijo que “las reformas del gasto social deben avanzar a medida que se materialicen los frutos de la reforma tributaria conforme a los objetivos fiscales a mediano plazo”. Señaló que esta reforma “persigue objetivos valiosos, como captar ingresos para ampliar los servicios sociales, incrementar la progresividad del sistema tributario, simplificar y reducir los costos de cumplimiento, reducir los incentivos para la planificación tributaria abusiva y fomentar una economía verde”.

Sin embargo, volvió a alertar que “el umbral de exención continuaría siendo elevado, y las tasas de impuesto para los tramos bajos e intermedios de la escala impositiva se mantendrían modestas, en relación con las normas internacionales”.

También dudó sobre las estimaciones de recaudación por las medidas antielusión y el nuevo impuesto a las personas de patrimonios más altos. “Las experiencias de distintos países hacen pensar que podría ser difícil que se materialicen los rendimientos que se prevé obtener de la administración tributaria y el impuesto al patrimonio. Para preservar la sostenibilidad fiscal, el aumento del gasto debe estar condicionado a la evolución de los ingresos y a las metas de consolidación fiscal a mediano plazo”.

Sobre la reforma previsional, señaló que realizar una “es necesaria para subsanar pensiones deficientes”. Se destacó la nueva Pensión Garantizada Universal (PGU), aunque advirtió que aún “son muchos los chilenos con pensiones deficientes, una dificultad agravada por los retiros pensionales”.

El FMI dijo que entre los temas “fundamentales” que deben ser considerados en la reforma están: “i) el margen para ampliar la pensión universal de manera sostenible; ii) un incremento de las tasas de contribución y su destino (cuentas individuales frente al pilar redistributivo); iii) medidas para mejorar la densidad de las contribuciones, en especial para las cohortes más jóvenes, y reducir la informalidad; iv) incrementos en la edad de jubilación; y v) las funciones de los Fondos de Pensiones (AFPs). Deben evitarse nuevos retiros de los ahorros pensionales”.

En este último punto, se destacó que “tras los considerables retiros de los ahorros pensionales, las autoridades están considerando medidas para profundizar los mercados de capital”.

“Los fondos de pensiones han tenido un papel preponderante en la profundización del mercado financiero al atender a segmentos del mercado no cubiertos por otros inversionistas institucionales, favoreciendo la renta variable local y bonos corporativos, mostrando un mayor apetito para vencimientos de más largo plazo y actuando como amortiguador de shocks. Sin embargo, los retiros de los ahorros pensionales y la incertidumbre en torno al futuro de las AFPs han menoscabado la profundidad y la liquidez del mercado de capital interno”, dijo.

En ese contexto, señaló que “la reforma previsional que se avecina debe tener en cuenta las implicaciones macroeconómicas y para el mercado de capitales, entre otras, la necesidad de incrementar los ahorros agregados y de financiar la inversión a largo plazo. Los planes de las autoridades para establecer un mercado de repos, desarrollar un sistema de operadores primarios, promover las tecnofinanzas (con el apoyo de la nueva Ley Fintech) y fomentar la internalización del peso chileno podrían suponer nuevas vías para profundizar los mercados de capital. El aumento de la productividad y la innovación son también prioridades clave del gobierno”.

Finalmente, la entidad destacó los avances en materia de impuestos verdes, y aconsejó que los ingresos por estos gravámenes “podrían reciclarse en forma de transferencias focalizadas e inversión pública para compensar el impacto en los hogares vulnerables e impulsar el crecimiento potencial”.

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