FNE recomienda al TDLC la necesidad de crear medidas anti colusión para el primer Sistema de Gestión de Ley de Reciclaje

A cerca de un año que comience a funcionar la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (REP), uno de sus ejes centrales de funcionamiento -los denominados “Gran Sistema de Gestión Colectivo” (Gransic) - acaba de ser llevado a colación por la Fiscalía Nacional Económica (FNE), que recomendó al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) que “es necesario realizar ajustes a las reglas de acceso y funcionamiento del primer sistema de gestión colectivo de residuos del país”.

En una audiencia realizada hoy por el TDLC para revisar la solicitud de informe presentada por Sistema de Gestión de Envases y Embalajes o Sigenem (la propuesta del primer Gransic del país) el abogado coordinador de la División Antimonopolios, Camilo Vergara, “recalcó la necesidad de asegurar medidas de compliance para hacer frente a los riesgos de prácticas coordinadas o colusivas que acarrea la creación de Sigenem, que es un acuerdo de colaboración entre competidores”.

Esto, debido a que dicha entidad está conformada por un grupo de 25 empresas relacionadas a la categoría “Envases y Embalajes” de la REP, cuya creación se hizo al alero del gremio AB Chile y agrupa a empresas de rubros como alimentos, bebidas (analcohólicas y alcohólicas), viñas, aseo para el hogar, tabacos, supermercados, tiendas por departamento y cosméticos. En conjunto reúnen a más del 30% del volumen de envases que se ponen cada año en el mercado, que incluyen materiales como papeles y cartones, vidrio, latas, envases de cartón para bebidas, plástico.

Vergara señaló también que el Sigenem podría emplearse para levantar barreras a la entrada y expansión de competidores actuales o potenciales, “por lo que la FNE estima necesario un minucioso análisis de distintos aspectos que deben considerarse en el funcionamiento y en la toma de decisiones del joint venture. Debido a ello, la Fiscalía realizó 43 recomendaciones sobre las reglas contenidas en los estatutos, de las cuales Sigenem ya ha aceptado incorporar 27″, explicó la FNE en un comunicado.

Las propuestas de la FNE ante el TDLC era algo esperado por el sector relacionado al Sigenem. De hecho, en una entrevista realizada por PULSO a Isidro Pereda, gerente del proyecto en conformación para crear esta entidad, comentó: Al interior del sistema de gestión hay muchos competidores, por lo tanto, el TDLC tiene que decirnos la forma en que el gobierno corporativo se hace cargo de eso. Por ejemplo, con directores independientes a los ejecutivos o directores de las empresas socias. Debemos lograr total independencia de las empresas socias. Por otro lado, el TDLC está muy atento a las bases de licitación. Al ser nosotros un gran contratante de gestores, debemos tener bases que promuevan la libre competencia y que el ecosistema se enriquezca sin privilegiar a ciertos actores”, explicó Pereda.

La REP incluye seis productos prioritarios afectos a revalorización: pilas, aceites lubricantes, artículos electrónicos, baterías, neumáticos, y envases y embalajes. Este último es uno de los más masivos y cuyo reglamento ya fue establecido. El “Día D” del estreno de la REP para este grupo es septiembre de 2023. Pero un año antes, los Gransic deben estar operativos, ya que debe presentar su plan al Ministerio del Medio Ambiente para su aprobación.

Para los residuos de envases y embalajes, los Gransic deben asegurar la recolección de residuos puerta a puerta en el 80% de las viviendas del país, y operar infraestructura a lo largo de todo el territorio (puntos limpios) para la recepción de estos residuos. Solo el primer año de operación el Sigenem le costaría a las empresas que deben hacerse cargo de sus residuos cerca de US$ 57 millones. En la medida que se vaya ampliando el sistema, el costo para los primeros 10 años sumará US$ 2.000 millones. Por otro lado, cada empresa pagará cada año un monto al Sigenem en función del volumen de envases que pone en el mercado, el que sería equivalente al 1% de sus ventas.

En su intervención, el representante de la FNE expuso sobre aquellas observaciones que no han sido acogidas y que se solicita al TDLC establecer como medidas de resguardo necesarias, entre las cuales destacan: la supresión de las distintas categorías de socios, la necesidad de obtener un nuevo informe favorable del TDLC en caso de modificaciones a las reglas sometidas y la adopción de medidas en relación a los convenios que se puedan celebrar con municipalidades.

En cuanto a las bases de licitación propuestas por Sigenem, luego de acoger todas las observaciones realizadas por la FNE durante el proceso, se resaltó el hecho de haberse modificado el sistema de licitación, pasando de un sistema de una etapa a uno de dos, lo que a priori es favorable para la libre competencia.

“La participación de la FNE en el proceso busca asegurar que la operatoria de Sigenem se rija por altos estándares de funcionamiento, para que las metas medioambientales de la Ley REP se cumplan asegurando la libre competencia frente a los riesgos intrínsecos que traen este tipo de asociaciones, los que se agravan al considerar la relevancia de las 25 empresas que comprenden el sistema de gestión de residuos, sumado al potencial crecimiento de la misma una vez entre en vigor la Ley REP”, según indicó esta entidad en un comunicado.