La Fiscalía Nacional Económica (FNE) emitió un informe para el Tribunal de Defensa de la Libre Compentencia (TDLC), mediante el cuál respaldó la postura de Entel para poder utilizar una antigua banda de 3.5 GHz que fue licitada inicialmente para el servicio público telefónico local inalámbrico (Wimax), una tecnología cuyo uso ha ido en picada, para sumarla a la red 5G. Esto había sido negado por diversos organismos en el pasado.

Es que se trata de un conflicto antiguo. Las bandas 3.5 GHz para dicha modalidad fueron concesionadas entre el 2001 y el 2007 a empresas como Claro, GTD y Entel. Con el avance de la tecnología móvil, Wimax retrocedió mucho en relevancia, pero la banda que ocupa podría ser utilizada eventualmente para servicios móviles o de internet de alta velocidad.

Ante esto, la Subsecretaria de Telecomunicaciones (Subtel), emitió un dictamen en el que estableció que las empresas operadoras de dicha banda podrían solicitar concesiones para prestar servicios móviles en las frecuencias que ya tuvieras asignadas en esa banda, sólo una vez adjudicado un nuevo concurso público para prestar servicios móviles en la Banda 3.5 GHz (realizado en 2021 y en 2024).

El TDLC, por su parte, resolvió que dicho dictamen “no infringe la normativa de libre competencia en la medida que se interprete que el regulador no puede eximir a los actuales concesionarios de dicha banda de participar en futuros concursos para la prestación de servicios de telecomunicaciones móviles”, dice el documento. Esto corresponde al Resuelvo 2, que ha sido el objeto de reparos de parte de Entel.

“A fin de 2022, después de implementado el concurso 5G de 2021, Subtel le pidió al TDLC aclarar si el resuelvo 2 le impedía o no modificar la concesión local inalámbrica de Claro, de modo de autorizar la adición de servicios 5G a las mismas. El TDLC se dio un par de vueltas pero finalmente respondió que la Resolución 62 ya había cumplido su objetivo y que ahora no impedía modificar las concesiones antiguas. Sin embargo, Wom y Movistar se opusieron a esta aclaración del TDLC y recurrieron a la Corte Suprema, que dictaminó que la Resolución 62 seguía vigente”, explica que consultor Oscar Cabello, quien asesoró a Claro en ese proceso.

“Todo este lío no parece ser más que un enredo jurídico armado por algunas empresas para restringir competencia en los servicios 5G”, añadió Cabello.

Entel, en su última ofensiva contra dicha resolución, argumentó que el Resuelvo 2 está basado en un error, puesto que hay varios casos en los que la Subtel ha permitido agregar prestaciones específicas sobre frecuencias ya concesionadas, y que el organismo tenía permitido añadir servicios desde un principio a la banda 3.5 GHz, sin necesidad de esperar un concurso de 5G.

Asimismo, dijo que el Resuelvo 2 “ya habría agotado sus efectos, toda vez que buscaba limitar la eximición por parte del regulador a los actuales concesionarios de participar en futuros concursos para la prestación de servicios de telecomunicaciones móviles, y eso ya no habría pasado en la realización del Concurso 5G” resume la FNE respecto a la postura de Entel. Tanto Entel como Claro se adjudicaron concesiones en dichas licitaciones.

Entel también apuntó a que la última actualización de la Ley General de Telecomunicaciones descartaría la necesidad de realización de un concurso público para agregar nuevas prestaciones, e incorpora medidas para aminorar la generación de riesgos a la competencia.

Finalmente, la empresa de telecomunicaciones expresó que habiendo 4 operadores habilitados para competir en la prestación de servicios 5G se demuestra una evolución de las condiciones de mercado desde que se dictó dicho resolución, “por lo que se habrían verificado los objetivos del TDLC y la Corte Suprema al establecer la regulación actual de límites en la asignación del espectro radioeléctrico”.

¿Qué dijo la FNE?

“La FNE considera que la derogación del Resuelvo N°2 resulta justificada desde un punto de vista normativo y positiva en virtud de los efectos competitivos que conllevaría”, dijo en su informe, remitiendo su postura al TDLC.

“Se observa que todos los actores con la potencialidad de prestar servicios 5G ya tienen asignado espectro en la Banda 3.5 GHz, lo que podrá facilitar un aumento en la intensidad competitiva, y se encuentra en línea con los objetivos regulatorios establecidos en el sector. Asimismo, se evidencia una tendencia a la baja en las tecnologías FWA y Wimax que requieren de espectro radioeléctrico, por lo que facilitar la actualización de las prestaciones específicas otorgadas por los concesionarios permitirá hacer más eficiente la utilización de dicho recurso”, añadió.

“Por último, en virtud del vertiginoso crecimiento en el uso de la tecnología 5G y en el tráfico de datos, resulta óptima la agilización de los mecanismos para asignar espectro radioeléctrico para la tecnología 5G, permitiendo así una mejor calidad de servicio para los usuarios”, concluyó la entidad fiscalizadora.

Ahora, la última palabra la tiene el TDLC.