El ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, defendió hoy a la indicación que introducirá el gobierno que reduce la jornada obligatoria de 45 a 41 horas promedio y que generó posiciones diversas en el empresariado y en las distintas bancadas.
En ese sentido, el secretario de Estado dijo que "su impacto en la actividad económica sobre todo en el empleo y los salarios va a ser atenuado a través la implementación gradual progresivo de aplicación".
El secretario de Estado también abordó el recelo del mundo empresarial a todas estas iniciativas tendientes a recortar las horas semanales. "Para la industria es una mala noticia y multiplicada por dos porque se trata de una iniciativa del gobierno", dijo el presidente de Asimet, Dante Arrigoni. "Chile no está preparado para reducir las horas de trabajo", comentó el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Ricardo Ariztía. El timonel de la CPC, Alfonso Swett, fue más cauteloso y dijo que "se deben evaluar los efectos en todos los ámbitos: empleo, salarios, informalidad, crecimiento económico".
En ese contexto, Fontaine dijo que como el proyecto del gobierno incorpora flexibilidad y gradualidad, "la evaluación de su impacto sobre la actividad económica debe considerar eso, y no me parece que así haya sido considerado en las declaraciones que he visto".
Cabe recordar que ayer el gobierno anunció que ingresará una indicación durante la próxima semana que apunta a reducir la jornada laboral de 45 horas ordinaria a 41 horas promedio semanales. Este cambio será de carácter obligatorio y vendrá a reemplazar la actual jornada de 45 horas.
La rebaja será gradual en un plazo de tiempo que aún está en estudio. Asimismo, se informó que la implementación tendrá un especial cuidado con las pequeñas y medianas empresas.