LOS proyectos de infraestructura que licita el Ministerio de Obras Públicas (MOP) han captado la atención de diversas empresas. Pero no sólo de las encargadas de construir las obras, sino que también de las que estructuran su financiamiento, y de los inversionistas.
Y es que la cartera anunciada por el MOP para 2018-2023 asciende a US$14.600 millones.
En ese contexto, Nicolás Eyzaguirre y Juan Pablo Rojas, partners-capital markets de Four Trees Merchant Partners, una boutique financiera creada en 2015 y dedicada a la estructuración de financiamiento y a la gestión de activos, cuentan su experiencia en esta materia.
A fines del año pasado, Intervial, una filial de ISA, se adjudicó una licitación por poco más de US$300 millones.
"Tras ello, montamos un proceso para atraer financiamiento, donde abrimos el abanico de entidades financieras más allá de los bancos, y pusimos harto énfasis en ingresar a entidades como compañías de seguros, que se interesan mucho en este tipo de activos, pero han tenido hasta hace poco una participación secundaria en el financiamiento de proyectos de infraestructura", relata Rojas.
Luego de nueve meses, levantaron el financiamiento con las compañías de seguros como protagonistas. Fue una especie de crédito sindicado, pero en un esquema de club deal, comentan los ejecutivos.
Rojas explica que en la última década han sido los bancos los que han liderado el financiamiento de este tipo de proyectos. "Pero con la nueva Ley de Bancos les costará mucho más poner capital para estos compromisos o fondear operaciones a más de 10 años. Por lo tanto, creemos que los sucesores lógicos deberían ser las compañías de seguros y las AFP, pues tienen el calce adecuado para ello y están interesados en estos activos", anticipa.
Errázuriz complementa esta visión argumentando que muchas de las subastas del MOP tienen ingresos mínimos garantizados por parte del Estado y, además, una rentabilidad mayor en unos 200 puntos base sobre los BCU.
"Entonces, si las AFP cambian los BCU por créditos de forma tal que calce bien para sus límites, tendrían miles de millones de dólares en los cuales invertir. Y, a su vez, al Estado le sirve que las AFP puedan financiar estos proyectos. Es un círculo virtuoso", asegura.
En paralelo, cuentan que están levantando un fondo para invertir en proyectos solares fotovoltaicos de tamaños igual o menor a 9 megawatt (MW) de capacidad instalada. En ese sentido, ven que los interesados podrían ser family offices e inversionistas de alto patrimonio, pues hay una rentabilidad asegurada y no hay un riesgo de desarrollo ni de construcción porque compran las plantas cuando ya están operando y facturando, con contratos a largo plazo.