El Gobierno francés ha detallado hoy su plan de 100.000 millones de euros (unos US$ 118.000 millones) con el que prevé limitar el impacto económico del coronavirus. El paquete, llamado “Francia Relanza”, tendrá una vigencia de dos años, prevé liberar fondos para inversiones, subsidios y recortes de impuestos.
En concreto, el Ejecutivo de Macron quiere dedicar 35.000 millones a mejorar la competitividad de la economía gala, 30.000 a la transición ecológica y 25.000 para apoyar el mercado laboral, según han señalado a Reuteres funcionarios de la administración, antes de la presentación del paquete.
Éste ascenderá al 4% del PIB, y con él Macron aspira a recuperar en 2022 el nivel de actividad previo a la pandemia, tras una caída de la economía que este este año se prevé del 11%. Además, Macron espera estimular la actividad empresarial con recortes de impuestos a las empresas por 10.000 millones con los que impulsar industria, construcción y transportes.
Además, se dedicarán 10.000 millones de euros a la red de transportes (4.700 al tren), y otros 6.000 millones para mejorar la eficiencia energética de edificios públicos y hogares. Otros 2.000 millones se destinan a la economía del hidrógeno, y 1.000 millones más se han presupuestado como ayudas directas a proyectos industriales. Entre éstos, 600 serán para relocalizar plantas en el extranjero.
El plan, según aseguró el primer ministro Jean Castex, evitará pérdidas de empleo y gran escala, y el Gobierno espera que genere 160.000 puestos de trabajo de aquí a 2021, según detalló en una entrevista radiofónica en la cadena RTL.