Las grandes aerolíneas aceleran las negociaciones para pedir ayuda ante un escenario en el que la IATA prevé que el tráfico aéreo pueda descender hasta un 65% este año. La flota permanece parada ante el cierre de fronteras y solo en España están aparcados más de 800 aviones en distintos aeropuertos.
Reino Unido baraja la posibilidad de nacionalizar British Airways, con el fin de salvarla de la quiebra, mientras que la alemana Lufthansa tiene más del 90% de su flota en tierra y estaría barajando una nueva ampliación de capital que sumar a los 4.300 millones de euros que dispone en líneas de liquidez.
La última en sumarse a los rescates ha sido Air France-KLM. Jean Baptiste Djebbari, ministro de Transportes de Francia, ha confirmado esta mañana que se está trabajando en un plan de ayuda y que la cifra podría estar en el entorno de los 6.000 millones de euros.
“Una ayuda de ese importe en créditos para apoyar a la compañía es realista”, ha comentado en una entrevista por televisión al ser preguntado por el rescate de la aerolínea, participada por Francia y Holanda, que poseen un 14% del capital cada una de ellas y son los dos grandes accionistas de referencia.
Fuentes cercanas a la negociación revelaron que los fondos se aportarán en créditos, que estarán previamente garantizados por ambos gobiernos.
Los otros dos mayores accionistas son otras dos aerolíneas (Delta Airlines y China Eastern Airlines), con un 8,76% del capital. El anuncio fue bien recibido por los mercados y la acciones de la aerolínea, que comenzaron la sesión bursátil a la baja, remontaron y se situaban por encima del cierre del martes en 5,33 euros.
Preguntado por una previsión sobre la fecha en la que se recuperaría el tráfico aéreo previo a la crisis desatada por el coronavirus, Djebbari recalcó que no se atrevía a dar un pronóstico. "Debemos ser muy cautos por la situación inédita que vivimos. Estamos trabajando en distintos escenarios, pero ahora es imposible predecir cuál sera la actividad en los próximos meses o como evolucionarán las cuentas de las aerolíneas", aseguró.
En este contexto de frenazo de la actividad, los dirigentes de Air France-KLM han optado por utilizar apenas entre un 5% y un 10% de la capacidad planificada, ya que prevén que el hundimiento de la actividad se prolongará hasta junio. La aerolínea dispone de un colchón de 6.000 millones entre caja y equivalentes para aguantar la situación, aunque tampoco se descarta la posibilidad de deshacerse de los aviones menos eficientes e incluso de renunciar a inversiones no estratégicas.