Una vez al año, 35 jóvenes del mundo reciben el premio TR35 del Massachusetts Institute of Technology por ser destacarse en el mundo de la innovación. Francisco Palao recibió ese galardón, debido a su trabajo dentro del mundo emprendedor. Por ejemplo, es cofundador de ExO Work, una compañía que ha ayudado a innovar a otras empresas como Visa, Black&Decker, Procter&Gamble. Además, escribió junto al conocido estratega de Sillicon Valley, Salim Ismail, el libro Transformación Exponencial.
Este doctor en Inteligencia Artificial, es fundador de Purpose Alliance, una organización fines de lucro para potenciar la capacidad de las personas en base a plantear desafíos o retos a nivel mundial en temas específicos, denominados como “Purpose Challenges”. El próximo 19 de junio se realizará uno denominado “El futuro de la educación en Chile”, mediante un evento online (www.purposealliance.org). “Actualmente, la mayor parte de los sistemas educativos vienen desde la Revolución Industrial. Es decir, de una fábrica en donde entra madera y salen sillas. Pero el sistema educativo no debería basarse en eso. Otro reto es que entendamos lo que entendamos por educación, esta no llega a todo el mundo y no hay igualdad de oportunidades. También hay está el desafío de plantearse el concepto de educación, qué es, para qué sirve. Muchas veces se ve como un adoctrinamiento, sin respetar las capacidades individuales”, comenta Palau, casi como una declaración de principios.
La propuesta de ustedes es una fuerte incorporación de la tecnología a la educación
- La tecnología está ahí y creo que es una herramienta que democratizar el acceso a los conocimientos o recursos y hay que aprovecharla. Pero pueden surgir del reto proyectos que no tengan que ver con la tecnología, como conectarse más con la naturaleza o con elementos que tenemos un tanto olvidados. Por otro lado, es clave que estos retos tengan un impacto a corto plazo. Que no haya que esperar 10 años para tener resultados. Y por último que sean disruptivos, que cambien el status quo pero que no vengan a disrumpir por romper, sino que busquen mejorar”.
¿Cómo ha cambiado su visión debido a la pandemia?
- Gracias a la pandemia estamos aquí. He sido emprendedor desde hace más de 20 años, estaba muy centrado en divulgación en asesoramiento de compañías y viajaba mucho. Y justo estaba de viaje en Perú cuando me llaman para decirme que la siguiente charla que yo tenía en Paraguay se cancelaba por Covid. Ahí fue cuando pensé que no me podía quedar de brazos cruzados. Esa misma tarde armé una pagina web, mandé un reto, que fue el primer reto que lanzamos para dar soluciones al Covid. Participaron más de 350 personas de mas de 20 países y a partir de ese evento singular -que no tenía planificado- surgen muchas soluciones. Luego replicamos lo mismo en Dubái, luego en México y en Chile. Ahí es cuando decido lanzar “Purpose Alliance”. Estamos buscando cambiar el mindset. Es decir, la pandemia ha sido el evento de concepción para este proyecto.
¿Qué cosas crees que van a evolucionar en el ser humano, aparte de lo obvio, como el aumento del teletrabajo y del e-commerce?
- Creo que la pandemia será algo anecdótico y aparecerá en libros de historia. El tema es que con o sin pandemia íbamos a llegar inevitablemente al mismo lugar. La diferencia es que esta pandemia está acelerando algunos procesos. Está siendo la levadura que marca con más fuerza algunas cosas como la salud mental, que por cierto ya venía en un nivel bajo. Los casos de depresión y enfermedades mentales o suicidios ya eran altos antes de la pandemia. Siempre estuvieron ahí pero nunca se habló de ello.
¿Cuál es el problema entonces?
- El problema es que las culturas nos marcan de cierta manera y se nos olvida quienes somos. Hay muchas personas que pierden el sueño de ser o buscar algo. Por eso creo que la educación es clave. Creo que estamos en un momento de despertar del ser humano donde nos estamos dando cuenta de cosas que no considerábamos. Pero todo esto pasará y volveremos a soñar y querer hacer cosas. La evolución del ser humano pasa por darnos cuenta que el trabajo actual es la esclavitud moderna.
¿Cómo así?
- Siempre hablo de inteligencia artificial en mis charlas, y la gente te levanta la mano para preguntarte que pasará cuando está nos quiten los trabajos. Pero a la gente no le asusta que le quiten los trabajos, sino que le quiten los recursos. Entonces tenemos otro elemento que es el sistema económico que también debe ser disrumpido, porque los sistemas no son otras cosas que sistemas de incentivos. Lo que voy a decir es un poco sensacionalista. Yo puedo entender que tenemos un sistema económico que incentiva el consumo, pero no incentiva que apoyemos al mundo. Así que yo creo que cambiar el sistema en el que estamos ahora, es algo que se debe hacer. No debemos cambiar solo la educación, debemos también cambiar los sistemas de incentivos.
¿Qué rol juegan las startups dentro de esos cambios y la nueva educación que planteas?
En nuestra experiencia, cuando entran un grupo de personas a los retos, se generan energías muy buenas y se complementan. Pero los que mas posibilidades tienen de concretar sus ideas son las startups, porque ya lo están intentando. Hoy en día se hablan muchos de los unicornios, pero hay otro tipo de startups que me gustan mucho más: las “cebras”, que buscan un beneficio, pero también buscan un impacto. Y existen muchas.
Pero tienen que ser cebras rentables, me imagino.
Obviamente. El tema de la rentabilidad se da poco a poco conforme se va trabajando en la idea, y si se sigue el método adecuado. De hecho, uno de los ejes de nuestra metodología es la viabilidad, además de otros ejes como propósitos, personas, clientes abundancia, viabilidad, procesos, producto y métricas, en ese orden.
El propósito es algo de lo que se habla mucho en las startups, pero, ¿eso lo tiene claro realmente el inversionista? ¿es algo que lo mueve cuando decide invertir capital en una startup?
- No todos los inversores lo ven como algo importante. En Purpose Alliance intentamos llevar los proyectos a un estado invertible. Pero desde el punto de vista del emprendedor yo no recibiría inversión de alguien que no esta alineado con mi propósito o con mis valores. Qué mejor que tener un buen inversor, aunque tengas que desechar el proyecto. Y aquí, introduzco a otro animal. Más que ser un unicornio mejor ser un camello, que no necesita mucha agua para pasar el desierto. Aún si no somos escalables, pero si sostenibles, nos mantenemos. Y cuando venga el inversor adecuado, bienvenido sea.