Las autoridades de la Reserva Federal (Fed) se mostraron divididas sobre la necesidad de nuevas alzas de las tasas de interés en la reunión del banco central de EE.UU. del 25 y 26 de julio, según las minutas de la sesión publicadas este miércoles.
En la reunión, algunos participantes citaron los riesgos para la economía de llevar las tasas demasiado lejos, aunque la mayoría de los responsables de política monetaria siguieron dando prioridad a la lucha contra la inflación.
“Los participantes se mantuvieron firmes en su compromiso de reducir la inflación hasta el objetivo del 2%”, señalaron las actas de una reunión en la que los responsables del Comité Federal de Mercado Abierto acordaron por unanimidad elevar las tasas al nivel del 5,25%-5,50%.
“La mayoría de los participantes siguieron viendo importantes riesgos al alza para la inflación, que podrían requerir un mayor endurecimiento de la política monetaria”, agrega el documento.
Mayor dispersión
Sin embargo, las voces cautelosas sobre los efectos de un endurecimiento monetario continuado parecieron desempeñar un papel más destacado en el debate el mes pasado, un indicio de que la dispersión de opiniones en la Fed se ha ampliado a medida que se sopesa la evidencia de que la inflación está cediendo y se juzga el daño potencial para el empleo y el crecimiento económico si las tasas se elevan más de lo necesario.
Algunos participantes, por ejemplo, abogaron por mantener el costo del crédito sin cambios en julio.
El grupo también debatió varias consideraciones sobre la gestión del riesgo que podrían influir en futuras decisiones monetarias, según las minutas.
Aunque la mayoría mantuvo la inflación como el riesgo primordial, “algunos participantes comentaron que, aunque la actividad económica había sido resistente y el mercado laboral se había mantenido fuerte, seguían existiendo riesgos a la baja para la actividad económica y riesgos al alza para la tasa de desempleo”.
“Estos incluían la posibilidad de que los efectos macroeconómicos del endurecimiento de las condiciones financieras desde principios del año pasado pudieran resultar más sustanciales de lo previsto”.
En general, según las minutas, los responsables de la Fed coincidieron en que el nivel de incertidumbre seguía siendo elevado.
También en que las futuras decisiones sobre tasas dependerían en su totalidad de los datos que llegarán en los próximos meses para ayudar a aclarar hasta qué punto continúa el proceso de desinflación, un posible indicio de un enfoque más paciente ante cualquier nueva alza.
La reunión de julio se celebró antes de la publicación de unos datos que mostraron una caída de los principales indicadores de precios, junto con un descenso de la creación de empleo.