Las bolsas mundiales vivieron una jornada de histeria que hace recordar los peores momentos de la crisis financiera. Las caídas fueron abultadísimas en prácticamente todas las plazas del planeta debido al pánico que genera el impacto del coronavirus tras la situación de Italia y ahora también el quiebre en el mercado del petróleo, que provocó caídas dramáticas en el precio del barril.
El índice amplio de MSCI de acciones de Asia-Pacífico fuera de Japón perdió un 4,4% en su peor día desde agosto de 2015, informó Reuters. Las bolsas chinas bajaron 3,42%, en tanto que el Hang Seng cayó 4,23%. En Japón (Nikkei) y Australia (S&P/ASX 200), las acciones se hundieron 5,07% y 7,33%, respectivamente.
En Europa la cosa fue mucho peor. Las acciones agrupadas en el Euro Stoxx 50 se derrumbaron 8,45%. La Bolsa de Francfort, la más relevante de la región, cayó 7,94% y en Italia, que dejó en cuarentena a buena parte de su zona industrial, las acciones sufrieron un descalabro de 11,17%. La Bolsa de Madrid se hundió 7,96%, su cuarta peor sesión de la historia.
Chile no es ajeno a esta situación y el IPSA experimentó un descalabro de 4,58%, empujando al selectivo a su nivel más bajo desde septiembre de 2016. Al cierre ninguna de las acciones del selectivo local logró mantenerse en cifras positivas.
Entre los grandes valores de la plaza local destacan las sociedades cascada de SQM. Oro Blanco, por ejemplo, se derrumbó 16,58%, mientras que en Norte Grande el desplome alcanzó el 13,15%. La serie B de la minera no metálica, por su parte, bajó 7,83%. Latam cedió 8,28% y Embotelladora Andina B descendió 6,68%.
La plaza local tenía además como telón de fondo el máximo histórico alcanzado por el dólar y la dura caída que experimentó el precio del cobre.
Wall Street
Y en Wall Street el descalabro es muy similar a lo que se observaba en los peores días de la crisis financiera. El S&P 500 cerró con una caída de 7,79%, e incluso obligó a suspender las operaciones por 15 minutos al poco andar de las operaciones, una medida adoptada precisamente esa crisis que azotó al mundo en 2008.
Los principales indicadores de la plaza bursátil se desplomaron más de 7% y anotaron su peor desempeño diario desde fines de 2008, cuando se vivía una profunda crisis financiera global.
En ese contexto, los analistas empiezan a digerir el anuncio de la Reserva Federal. El banco central estadounidense elevó la cantidad de dinero que está dispuesto a inyectar en el mercado, en un contexto de creciente presión para que los bancos centrales tomen medidas para evitar una crisis crediticia global.
La entidad comandada por Jerome Powell, así, prevé aumentar el volumen de las operaciones de recompra (repos) esta semana, según ha anunciado antes de la apertura del mercado.
“La epidemia contaminó la atmósfera de los mercados. Con las bolsas europeas y estadounidenses cayendo y el hundimiento del precio del petróleo, la epidemia es un catalizador” de la debilidad y las “contradicciones” de la economía mundial, dijo Shen Zhengyang, un analista de Northeast Securities.