El asesor económico de la Casa Blanca Larry Kudlow acusó hoy a Canadá de apuñalar por la espalda a Estados Unidos durante la Cumbre del G7, pero quiso restar importancia a los insultos vertidos por el presidente de EE.UU., Donald Trump, contra el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
"Realmente, de alguna manera, nos apuñaló por la espalda. Fue una traición", dijo Kudlow durante una entrevista concedida este domingo al canal CNN.
El director del Consejo Económico Nacional (NEC) se refería con estas palabras al mensaje pronunciado por Trudeau al término de la Cumbre que los países más industrializados celebraron durante los últimos dos días en la localidad canadiense de La Malbaie, en la que el canadiense advirtió que no dejará que Washington le mangonee.
"El presidente Donald Trump no va a permitir que un primer ministro canadiense le mangonee", fue la respuesta de Kudlow esta mañana.
Horas antes, el propio presidente aprovechó las horas muertas a bordo del Air Force One, en el que viajaba rumbo a Singapur, donde el próximo martes tiene previsto reunirse con el líder norcoreano Kim Jong-un, para despacharse a gusto con Trudeau, al que acusó de ser "sumiso", "deshonesto" y "débil".
Kudlow quiso quitar un poco de hierro al asunto al asegurar que, al escribir estos mensajes, en realidad, Trump estaba pensando más en su reunión con Kim que en la Cumbre del G7.
"Kim no puede ver debilidad en el presidente (...). Este es un caso en el que Trudeau estaba provocando daños colaterales. Ese fue, en parte, el error de Trudeau, que debería retractarse y desearle suerte al presidente Trump en las negociaciones coreanas", explicó el asesor económico.
Tanto Trump como Kim llegaron hoy a Singapur donde esperan alcanzar un acuerdo que permita normalizar las relaciones entre los dos países.