Gabe Newell: ¿Qué busca el dueño de Steam en la Antártica?
![Gabe Newell](https://www.latercera.com/resizer/v2/U2EUI6BWKBDLHIBNYENPI3YCC4.jpg?quality=80&smart=true&auth=806420c88b846e4d27349d9db6d4e4bec67a7e88ebb7ff52f778330d6980b016&width=690&height=502)
El multimillonario estadounidense participó en una expedición científica liderada por su organización de investigaciones submarinas, Inkfish, y la universidad de Western Australia, que bajó hasta los 5.200 metros de profundidad para tomar imágenes y muestras de suelos, flora y fauna en las islas Shetland. Barcos del cofundador de Valve Corporation participaron en la operación. Hasta esta semana algunos de los navíos seguían en el extremo sur.
No era un millonario más solazándose con esa majestuosidad prístina de la Antártica. Gabe Newell, el estadounidense dueño de la plataforma de videojuegos Steam y cofundador de Valve Corporation, viajó hasta el extremo de sur de Chile entre finales de enero y esta semana para participar en una expedición científica a 5.200 metros de profundidad en el mar.
El hombre, de 62 años, con una fortuna valorada en más de US$9.500 millones, llegó a Chile a mediados de enero a bordo de su yate Rocinante -que hasta el cierre de esta edición aún estaba amarrado en Puerto Natales- para acompañar a un grupo de científicos de la Universidad de Western Australia (UWA), que vienen a investigar el lecho marino del continente helado, especialmente en la zona de las islas Shetland del Sur, donde se encuentran la placa tectónica Antártica, de Scotia, y la fosa submarina.
Newell, a través de Inkfish, financia desde mediados de 2023 un programa de investigación a cinco años del Centro de Investigación en Aguas Profundas de Minderoo de la UWA que hará 20 expediciones por el globo tomando registros y muestras de las partes más profundas de los océanos, conocidas como la zona hadal, donde el fondo marino se hunde de 6 kilómetros a casi 11 kilómetros de profundidad.
Inkfish es considerada como una de las actividades favoritas de Newell desde su creación, en 2021. Opera desde Seattle como una organización de apoyo a las investigaciones marinas y el año pasado adquirió Arctic Rays, una firma proveedora de imágenes subacuáticas cuyos desarrollos son usados en la industria y la investigación.
![Gabe Newell](https://www.latercera.com/resizer/v2/UZF6UEWVUVAIDEBLP4Q7UA3OQ4.png?quality=80&smart=true&auth=61bf66d9cdb55e1480187b4c28a53b76acf1881eab9b2f639c94c100dae2e2c7&width=790&height=408)
Una armada propia
El equipo científico, encabezado por el investigador Alan Jamieson, llegó en diciembre al sur de Chile junto a dos naves de la armada de Newell: el sumergible Bakunawa y el buque de apoyo Dagon.
El primero se lo compró Newell a otro millonario explorador de los mares, Víctor Vesco, en un monto desconocido. Este pequeño submarino es único en el mundo, ya que ha logrado llegar hasta el fondo de las fosas más profundas del planeta cinco veces, resistiendo pruebas de presión en profundidades de 14 kilómetros. En 2022, Vesco trajo el minisubmarino al norte de Chile para explorar por primera vez en la historia el fondo de la fosa de Atacama en Chile, que está ubicado a 8 kilómetros de profundidad.
El Dagon, en tanto, es un yate multipropósito que fue acondicionado para este tipo de expediciones. Tiene capacidad para 49 personas y seguirá en Chile unas semanas más.
Newell y su comitiva más cercana se movilizaron en el Rocinante, su yate de alto lujo valorado en US$ 100 millones y que fue refaccionado recién el año pasado por Espen Oeino, uno de los constructores navales y diseñadores más reputados del mundo.
El empresario es considerado el privado estadounidense que más naves de alto valor posee en Estados Unidos. Según el sitio LuxuryLaunches, Gabe Newell “tiene una armada de yates de lujo valorada en alrededor de mil millones de dólares”, compuesta por naves de diversos tamaños y usos para largas estancias. Posee otros submarinos y varios barcos “menores” y de apoyo.
Newell es un amante del mar que bucea y suele pasar temporadas enteras navegando. En 2020 la crisis del Covid-19 lo sorprendió en las aguas de Nueva Zelanda y ante las restricciones que impuso la pandemia, se quedó viviendo en su yate por unos meses. Desde entonces pasa largos períodos en el océano. Hace algunos años contó que cuando buceó en Sudáfrica debió enfrentarse a un tiburón.
La semana pasada, el millonario fue visto participando en algunas de las actividades de los investigadores en la Antártica. Hasta el cierre de esta edición, su nave Rocinante seguía en el muelle de Skorpios en Puerto Natales.
![Paisaje antártico](https://www.latercera.com/resizer/v2/Y74VOCLCIFFELOA3SNIGGHSXJE.jpg?quality=80&smart=true&auth=60182c2166aae63eb83fa4f008a2766bd7442f9cc8417074b18ef365113f8c8b&width=790&height=497)
Destino de multimillonarios
Sueño de científicos y aventureros de todo el mundo, la Antártica está convertida en una de las rutas turísticas más caras del mundo. Actualmente, el continente helado vive una actividad turística sin precedentes de la mano de expediciones privadas y cruceros con Punta Arenas como base principal de operaciones y Puerto Natales como puerta de entrada al continente helado.
Viajeros de todo el mundo buscan disfrutar de una experiencia única, especialmente personas de altos ingresos que entre noviembre y marzo realizan itinerarios de entre diez y veinte días. Las cambiantes condiciones del clima local exigen destinar varias jornadas a la espera de que las condiciones permitan acercarse al continente blanco.
Y eso exige tener disponible al menos US$ 5 mil por persona para subirse a un crucero. Expediciones privadas, con aerotaxi o helicóptero, pueden alcanzar incluso los US$ 100 mil por persona, sostuvo un operador.
En Puerto Natales, el Terminal Marítimo Patagonia Sur, de Skorpios, se ha convertido en uno de los sitios de atraque más demandados por yates privados y cruceros, que también consideran recorridos por los canales del fin del mundo, Torres del Paine y las rutas estancieras.
Otros de los millonarios que estuvieron en Natales este verano fue Karen Lo, la heredera de Vitasoy, el imperio de las bebidas de soya de Hong Kong con ventas por US$ 1.000 millones anuales. También recaló el exejecutivo de Microsoft Nathan Myhrvold, con su yate Teleost, y el enigmático Shinkai, un barco de superlujo de 55 metros cuyo dueño sería un empresario ruso. Al cierre de esta edición la nave ya estaba en Río de Janeiro.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.