Aguas Andinas informó este jueves sus resultados financieros al cierre del 2022. La firma registró ganancias por $85.248 millones el año pasado, lo que representa una disminución de 15,3% en relación al 2021. Esto, explicó la empresa en su análisis razonado enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), debido a la alta inflación, “que sigue impactando los costos financieros por la revalorización de la deuda financiera en UF”.

La compañía aseguró que el aumento de la inflación tuvo diversos impactos en su cuenta de resultados y balance de situación. En ese sentido, detalló que el incremento del IPC del 12,8% en 2022 impactó negativamente en $118.191 millones sus costos financieros, “asociados al reajuste de la deuda financiera en UF (mayor en $60.592 millones respecto al año anterior). Cabe destacar que la corrección monetaria de la UF es un impacto contable sin efectos significativos en el flujo de caja de la compañía”.

A su vez, la empresa reportó ingresos por $575.465 millones entre enero y diciembre pasado, esto es un aumento de 13,6% en doce meses. Este incremento, explicó la firma, estuvo asociado principalmente a una mayor tarifa media por $71.707 millones, “producto de las últimas indexaciones tarifarias por polinomio y a la entrada en operación de nuevas obras de inversión como son Nitrógenos La Farfana/Trebal-Mapocho y Estanques de seguridad de Aguas Cordillera y Pozos Cerro Negro-Lo Mena”.

Sin embargo, se registraron menores volúmenes de venta por $9.145 millones, lo que se explica en mayor medida por una disminución del 4% a clientes residenciales, lo cual se compensó parcialmente por mayor venta a clientes no residenciales en 1,4%.

Durante el año 2022, Aguas Andinas puso en funcionamiento el proyecto de Nitrógenos Biofactoría Trebal-Mapocho. Junto a Biofactoría La Farfana, “este proyecto permite ampliar el tratamiento de aguas servidas, logrando generar un aporte positivo para el medio ambiente y la sociedad en general”, señaló la empresa.

Además, la firma invirtió en el proyecto Pozos de Cerro Negro-Lo Mena, el cual se inició en 2020 y contempla la construcción de 14 pozos para la extracción de agua subterránea, y permite reforzar el suministro de agua potable a la población, añadiendo 1.500 litros por segundo a casi 400.000 clientes. “Eso significa aumentar la autonomía del servicio, pasando de 34 a 37 horas para poder enfrentar escenarios de turbiedad extrema”, señaló la empresa.

También, casi finalizando el año, entró en operación el proyecto de ampliación y modernización de la Planta de Tratamiento de Agua Potable Padre Hurtado, la cual añade 1.000 litros por segundo de producción de agua, “asegurando el abastecimiento de agua potable en períodos de máxima demanda en las comunas de La Reina, Ñuñoa, Providencia, Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea. Esto ayudará también a mejorar la presión del suministro”, indicó la firma.