"Estamos esperando que se acelere en algo el gasto en lo que queda del año y que aumente el déficit en los trimestres que vienen". Con esa frase, el director de Presupuestos, Rodrigo Cerda, resumió lo que se prevé para los próximos meses en materia de gasto público, en la entrega ayer del resultado de la ejecución presupuestaria del primer semestre.

Esto, como una forma de apuntalar el crecimiento económico en línea con lo anunciado por Hacienda en la Agenda de Aceleración Económica, empujada por la inversión pública.

Es que de acuerdo con el reporte, los ingresos entre enero y junio crecieron apenas 1% anualizado -la variación en 12 meses más baja desde 2013-, mientras que el gasto total (presupuestario y extra presupuestario) lo hizo en 2,7% (el gasto presupuestario fue 2,6%), el más bajo para un primer semestre desde 2011 cuando cayó 0,7%, y lejos de la proyección de 4% anual realizada a principios de julio.

¿Por qué? Según detalló Cerda, el fenómeno obedece fundamentalmente a dos factores. Por una parte, las menores transferencias desde Codelco que caen en términos anualizados en 50% como consecuencia de la baja de los últimos meses en el precio del cobre y, por otra, debido a las mayores devoluciones por concepto de IVA, que llevó a dicho tributo a un registro negativo de -1,9%. Esto implica un impacto importante en la recaudación, ya que según Dipres representa el 45% del total de los ingresos tributarios.

Con todo, la recaudación tributaria global creció 1,4% en 12 meses, con un avance de 2,3% en el impuesto a la renta impulsado por la mayor tributación de la minería privada (38,6% anual) que compensó la caída en -2,5% del pago de impuestos del resto de los contribuyentes, también dando cuenta del menor crecimiento de la economía.

El titular de Dipres destacó también la recaudación de los impuestos a los productos específicos que crece 6,5% en 12 meses, en parte por el gravamen a los combustibles que crece 5,3%, mientras que el del tabaco y cigarrillos se contrae -0,4% como consecuencia de la mayor fiscalización a la importación del producto, aunque no necesariamente un menor consumo.

El déficit efectivo llegó a -0,3% entre enero-junio y Hacienda prevé que llegue a -2,1% al finalizar el año. La deuda bruta, en tanto, volvió a crecer: alcanzó 25,1% del PIB desde el 23,9% que se estimaba en marzo. La proyección del gobierno es que cierre el año en 26,9%, la cifra más alta desde 1993.

¿Y la inversión?

El titular de la Dipres puso especial énfasis en detallar el escenario de los próximos meses para la inversión pública. Esto, primero, porque si bien la ejecución general del gasto público se mantiene dinámica -muestra un avance de 46,3% del Presupuesto, similar a la de años anteriores- es el gasto corriente el que sigue mostrándose más acelerado (con crecimiento 3,6% en lo que va del año), mientras que el de capital (ligado a la inversión) se contrae 2,8%.

La explicación de esto, apuntó Cerda, tiene que ver con los recursos que el MOP entrega a la empresa Metro para la ejecución de sus obras, puesto que si bien la inversión crece 6,5%, las transferencias de capital caen -11,3%.

"La transferencia a Metro generalmente se hace el primer semestre, y este año lo tenemos agendado para el segundo semestre. Una vez que se corrija eso, el gasto de capital puede tener una ejecución importante, creciendo a un ritmo mayor a 1%", detalló.

De hecho, destacó que el avance en la ejecución del gasto de capital en Salud que llega al 41,3%, muy superior al 27,4% que exhibía el año pasado.

Esto, en el marco del esfuerzo de Hacienda por mejorar las cifras de crecimiento, desde el aporte del gasto público. En ese sentido, enfatizó que "estamos tratando de identificar proyectos de inversión para impulsar este semestre y el primero del próximo. Estamos en la parte baja del ciclo y es momento de dar impulso, pero dentro del presupuesto".