Generar el 30% de la electricidad a partir de fuentes renovables: el plan de Azerbaiyán para el 2030
Actualmente, solo el 7% de la electricidad surge de fuentes renovables en el país sede de la Cop29. Mientras que los combustibles fósiles representan el 90% de sus exportaciones. Por otra parte, activistas cuestionan que por una parte se comprometa a disminuir la temperatura global a 1,5 °C y, al mismo tiempo, se aumente la producción de combustibles fósiles.
La capital azerybayana de Baku es la ciudad donde tendrá lugar la Cop29 de la Organización de las Naciones Unidas en noviembre próximo.
Para algunos expertos, Baku fue la primera ciudad petrolera del mundo. Los primeros pozos se excavaron en la década de 1840 y se instalaron refinerías desde 1859, que funcionan hasta hoy. En ese sentido, actualmente los combustibles fósiles representan el 90% de las exportaciones de Azerbaiyán, considerada una de las 10 economías más dependientes del petróleo y del gas en el mundo.
Sin embargo, ese país busca implementar una transformación en el sector energético a nivel local, para luego expandirla a otras economías del mundo cuyo eje es la exportación de petróleo. El presidente Ilham Ayilev declaró que se entró en una “fase activa de la transición verde” para generar el 30% de la electricidad a partir de fuentes renovables para el 2023, frente al 7% actual.
En línea con lo anterior, se han construido grandes parques solares en las llanuras cercanas a Baku y hay planes para instalar un interconector que exporte energía baja en carbono a Georgia y después, bajo el Mar Negro, a Rumania y Hungría.
“Gas natural: “un regalo de los dioses”
“No podemos negar la existencia de la industria de los combustibles fósiles, porque es una importante fuente de ingresos para muchos países. Y no es algo que pueda abandonarse de la noche a la mañana”, dijo a The Guardian Yalchin Rafiyev, negociador de Azerbaiyán en la Cop29.
De la misma manera, Rafiyev declaró que “lo más importante es cómo los países y las empresas de combustibles fósiles perciben el verdadero desafío relacionado con el clima y cómo actúan de manera responsable”. Si bien el petróleo representa ahora una proporción cada vez menor de las exportaciones de Azerbaiyán, las de gas natural han compensado con creces el déficit, y una enorme inversión está convirtiendo ahora a un país petrolero en un gigante del gas. De hecho, se busca aumentar la producción de gas en un tercio en la próxima década.
Aliyev ha presentado esto como su contribución para salvar a Europa de la agresión de Vladimir Putin en Ucrania, y recientemente dijo a los ministros de la Unión Europea que es un “regalo de los dioses” y que Azerbaiyán tiene la “responsabilidad” de ayudar a Europa.
Críticas a aumento de producción de combustibles fósiles
No es inusual que un país productor de petróleo sea anfitrión de una reunión como la Cop29. El año pasado la sede del evento sobre cambio climático fue en Emiratos Árabes Unidos, que tiene la séptima reservas de gas más grande del mundo. Incluso, fue nombrado presidente de la Cop28 el director ejecutivo de su compañía petrolera nacional, Adnoc, el Sultan Al Jaber.
Otros países productores de combustibles fósiles han presidido la instancia: el Reino Unido en 2021, Qatar en 2012, Canadá en 2005 y Brasil en 1992, cuando se originó la convención marco de la ONU sobre el cambio climático.
En tanto, próximo año Brasil celebrará la Cop30 en Belém, en la Amazonía. Esto a pesar de que recientemente pasó a integrar el cártel petrolero OPEP+, estableciendo el objetivo de aumentar la producción de 3,7 millones de barriles por día a 4,8 millones para 2028.
El líder de finanzas públicas de Oil Change International, Laurie van den Burg, señaló que la nación anfitriona representa una “disonancia cognitiva en el corazón de la diplomacia climática internacional”. El representante cuestionó: “por un lado, se compromete presentar planes climáticos nacionales de acuerdo con el límite de 1,5 °C y, al mismo tiempo, aumentar la producción de combustibles fósiles”, dijo.
“Avergonzar al petróleo no es bueno”
Para el gobierno de Azerbaiyán, no hay contradicción en lo anterior. Nigar Arpadarai, integrante del equipo de Cop29 de la ONU, sostuvo: “No creo que avergonzar al petróleo sea algo bueno. Sí, somos un país de petróleo y gas. Esta es nuestra historia. Pero comprometidos y tenemos un fuerte impulso hacia un nuevo paradigma”. Arpadarai añadió que sería imposible avanzar en la crisis climática sin involucrar a los países petroleros y gasíferos, ya que “la agenda climática es una agenda global. Todos los países juntos deben intentar resolver el problema”, afirmó.
Mohamed Adow, director fundador del grupo de expertos Power Shift Africa, dijo que las acciones del país con pasado soviético hasta el momento no son alentadoras: “no se están involucrando con la sustancia real de abordar el cambio climático”.
La explotación petrolera en Azerbaiyán -un petroestado clásico-, ha ennegrecido casas e inmubebles en Bakú, pero además esa industria ha contaminado el Mar Caspio en el que se encuentra la ciudad, mientras que el cambio climático ha empeorado el estrés hídrico en la región. “El nivel del Mar Caspio está bajando; podemos verlo con nuestros propios ojos”, afirmó Arpadarai”.
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