Hace diez meses aterrizó Nuria Hernández para asumir como gerenta general de Unilever Chile, grupo que comercializa productos de consumo diario, entre ellos, de higiene y alimentación.

A su llegada, no pensaba que le tocaría enfrentar los dos desafíos más grandes del último tiempo en este país: el estallido social de octubre y ahora el coronavirus. Sin embargo, la ejecutiva española sincera que para la contingencia actual están mucho mejor preparados, ya que sabían que marzo sería un mes complejo por la crisis social que se vivía en el país, pero no tanto como de verdad lo fue.

En relación al Covid-19, cuenta que desde febrero que están trabajando con un comité de crisis enfocado en tres ejes: protección de los trabajadores, garantizar la cadena de suministro y contribuir a la sociedad mediante diversas donaciones que están gestionando a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Desafío Levantemos Chile y Red de Alimentos.

El objetivo de esto último, es poner 900 mil unidades de productos en el mercado en las categorías que califica como críticas (higiene personal y de hogar y alimentos), donde la contribución equivale a unos $400 millones.

¿Cómo está operando la cadena de abastecimiento a supermercados?

-Hasta el momento, con total normalidad. En Chile tenemos tres fábricas, además de productos que recibimos por importación de otros países de la región y tenemos nuestro propio centro de distribución en Santiago. Estamos dentro de la normalidad, pero con un retrabajo a diario muy de la mano de nuestros clientes para asegurarnos de que intentemos cubrir al máximo aquellos productos que nos hemos quedado sin stock.

¿Cómo ha sido el trabajo con proveedores?

-Nuestro equipo está haciendo una labor enorme de contactar con los proveedores para asegurar que entendamos bien su situación. Hay algunos de los productos, como el famoso alcohol gel, donde se disparó las ventas de tal manera que hasta dudamos si había suficiente materia prima o embalajes, pero en estos tiempos todo el mundo saca lo mejor de sí y esa ha sido la actitud que hemos visto de todas las personas que trabajamos a lo largo de la cadena. En algunos casos, hemos buscado planes B o apoyos adicionales para asegurar que podemos garantizar el suministro en caso de que la demanda de productos fuera más alta de lo que somos capaces de fabricar o cubrir algunos problemas de fronteras. Hoy solamente son planes de contingencia, de momento estamos operando con la normalidad.

¿Cuál es el desglose de eso en cifras?

-En las últimas dos semanas es cuando la gente se empieza a creer que esto va en serio y se disparan las ventas en categorías como alcohol gel, donde las ventas aumentaron en 750%. En los productos de higiene tanto personal como de hogar, las ventas promedio llegaron a aumentar hasta 80% (segunda y tercera semana de marzo). En alimentación también hemos estado viendo ventas por encima del 19% y en la última semana lo que vimos es un peak enorme de ventas en la zona oriente, previo a la cuarentena.

¿A qué capacidad están funcionando, considerando posibles reducciones de dotación?

-Estamos trabajando al 100% de capacidad, pero poniendo muchísimas medidas para proteger a nuestros trabajadores.

¿No está en los planes hacerlo tampoco?

-No tenemos tampoco previsto hacerlo, porque el personal es imprescindible para abastecer el país. De hecho, hoy en muchas de nuestras categorías estamos en rotura de stock, es decir, que no tenemos suficiente para abastecer al mercado y estamos continuamente haciendo un catch up para responder a la demanda que hay.

¿En qué productos no tienen suficiente stock?

-Justo en los que hay mayor demanda. Nunca preveíamos estar a mitad de marzo y vender el 80% en algunas de nuestras categorías, entonces nos comió todo el stock que teníamos. Productos como el alcohol gel, que es el caso más emblemático, vendimos en 15 días lo que teníamos previsto vender en cuatro meses. Evidentemente, ahí la cadena no da para fabricar lo suficiente para la demanda y eso nos ha estado pasando en muchos de los productos. Hemos reaccionado muy rápido y para la gran mayoría de los productos, la primera semana de abril, pensamos que vamos a tener suficiente para abastecer al mercado con normalidad. Pero, durante las dos últimas semanas de marzo en muchos casos fabricábamos y se entregaba a los clientes en el mismo día y era casi un continuo donde no había ni capacidad de almacenaje, iba directo a tienda.

¿Qué le pareció el llamado del gobierno a no subir precios?

-Dado que veníamos de la crisis social, estábamos viendo afectados nuestros costos por todo lo que era el cambio del peso chileno con el dólar y habíamos tomado la iniciativa de que en enero subiríamos nuestras tarifas a los clientes. Eso se hizo, se aterrizó con normalidad, y de alguna manera esa es la única medida que teníamos prevista. Así que ahora mismo no teníamos previsto ni estamos yendo a buscar ningún incremento de precios a nuestros clientes, no está en los planes. Entonces, nos sentimos un poco al margen de todo ese debate que se ha generado, porque no está en plan buscar eso.P