Gerente de Emprendimiento de Corfo: “La brecha en inversión entre la RM y otras regiones sigue siendo amplia”
Carmen Contreras considera que existen oportunidades respecto a una transformación del sistema productivo, una tendencia que estima aumentará con la recuperación económica.
Tras atravesar un duro 2023, los emprendedores están sentando bases para seguir escalando. En Chile, uno de los países con mejor ecosistema para startups en Latinoamérica, están enfocándose en el fortalecimiento de la sostenibilidad. “Por estos días es casi impensable encontrar un emprendedor sin esa mirada”, dice Carmen Contreras, gerenta de Emprendimiento y Start-Up Chile de Corfo, en entrevista con Pulso.
Para la ejecutiva descartar la sostenibilidad de la ecuación de negocios genera mayores costos. “La idea es ayudar a entender las temáticas de sostenibilidad en un aspecto amplio, que no es solamente medioambiental, sino también social y económico. Hay un valor en el emprendimiento sostenible: es más resiliente. Los datos demuestran que se adapta de mejor manera ante cambios. Por otro lado, son emprendimientos capaces de conseguir financiamiento o inversión de más largo plazo”, explica.
Uno de los desafíos de su Gerencia está en que el crecimiento de los emprendimientos en Chile sea más equilibrado. De ahí que, aunque existe un aumento en la participación de las mujeres y también de las regiones en los últimos años, todavía persisten algunas brechas por acortar. “Eso es lo que tenemos que ir logrando, y estamos trabajando para ello”, señaló Contreras.
¿Qué se puede esperar para el ecosistema de innovación y emprendimiento en Chile en lo que resta de 2023?
Se muestran mejoras respecto a la economía a nivel agregado. Sin embargo, todavía la incertidumbre es alta; no sólo de manera interna, sino por lo que está pasando en el extranjero. Es un contexto que enfrentan todos los países, no solamente para Chile y sus emprendedores.
De todas maneras, hay muchas oportunidades en torno a una transformación del sistema productivo, lo que surge de una demanda social, de los consumidores. Esta tendencia irá aumentando en el tiempo y, ahora, cuando comienzan a ser evidentes los signos de recuperación económica, volverá a cobrar relevancia esta mirada diferente de producir.
En ese sentido, ¿hacia dónde están apuntando las startups en Chile?
Sobre las startups, hay una base muy fuerte relacionada con tecnología de la información, incorporada a distintos sectores, y tenemos varios ejemplos con mirada de sostenibilidad. Recordemos que la sostenibilidad va más allá de si un emprendimiento busca o no soluciones respecto del medio ambiente, está vinculada al impacto social, tanto en consumidores como colaboradores, trabajadores de las mismas instituciones, y también en el cómo produzco de manera más limpia, amigable con el medio ambiente y, además, sostenible económicamente.
¿Esta mirada de sostenibilidad se pudo potenciar con la pandemia?
Sí, en Chile vivimos dos situaciones muy cercanas una de otra: el estallido social puso de manifiesto la necesidad de la población de un cambio de paradigma del sector productivo, ya no es solo cuánto produzco respecto a recursos económicos, sino cómo lo hago y de qué modo contribuye al país, a la sociedad y al medioambiente. Los nuevos emprendedores, sobre todo los equipos más jóvenes, tienen esa mirada, completamente diferente de cómo hacer un negocio. En conjunto, ocurre a los pocos meses la pandemia, que lleva a la utilización de las tecnologías de la información para resolver problemas más patentes de ese momento.
¿Cómo está la situación de los emprendimientos en las regiones de Chile?
En Corfo fomentamos los ecosistemas regionales. Hay regiones en Chile con un desarrollo más marcado que otras, algunas han crecido fuertemente en los últimos años y otras se han mantenido con un menor nivel de desarrollo de emprendimiento innovador. Por eso queremos generar una estrategia de desarrollo en los ecosistemas de cada región; contribuir con los comités de desarrollo productivo regional que estamos estableciendo, y que sean estas instancias las determinen cómo impulsaremos el emprendimiento y la innovación para dinamizar cada región de acuerdo con su realidad.
Valparaíso, Biobío y Antofagasta tienen ecosistemas con más emprendedores innovadores asociados a distintas áreas y actores relevantes. Se está generando de modo natural un crecimiento, una dinámica positiva, muy interesante en cada una de estas zonas, y que se están acercando a lo sucedido en la Región Metropolitana. Pero lo que sí está más rezagado en otras regiones es la inversión. Nos referimos desde los inversionistas ángeles hasta el financiamiento realizado por los fondos de capital de riesgo. Todavía nos cuesta movilizar eso. Sin duda, la brecha entre la inversión en RM y otras regiones, sigue siendo muy amplia.
Sin embargo, tenemos nuevas regiones que están creciendo de forma muy interesante, como Los Lagos, respecto de emprendimientos tecnológicos que entregan servicios internacionales, cercanos a la industria salmonera, lechera y de producción bovina. Ese polo se empezó a desarrollar en los últimos años.
Esperamos más avances en este sentido. En 2023, con apoyo de Corfo, se establecieron incubadoras en seis nuevas regiones del país, entre ellas Magallanes, Aysén, Los Lagos, Coquimbo, Atacama y Tarapacá. Nos faltan algunas, como Arica y Maule, pero estamos trabajando en crear actores que contribuyan a dinamizar esos ecosistemas.
Aquí, el panorama es muy diverso, y es importante contar con alternativas diversas, de acuerdo con las necesidades de cada uno.
¿A qué atribuye que haya pocas postulaciones en programas para emprendimientos en las regiones?
Las causas son multifactoriales. Los emprendimientos innovadores, con uso diferente en las tecnologías, están muy asociados a lugares urbanos con universidades o centros de formación que generan capital humano, con los conocimientos necesarios para utilizar esta tecnología y desarrollar algo innovador y, a través de eso, crear un negocio. Hay zonas con universidades, pero muchas veces ese capital humano emigra porque no encuentra en ese mismo sitio condiciones para desarrollar un negocio. Ocurre que, en algunas ocasiones, estas personas se trasladan a la capital o a otras partes para desarrollar sus emprendimientos. Por eso se deben crear las condiciones necesarias para aquellos que quieran realizar emprendimientos innovadores lo logren donde estén, que cuenten con el apoyo de incubadoras, inversores, y haya un potencial de clientes. No sólo del cliente final (el consumidor), sino de empresas que estén abiertas a trabajar con emprendimientos.
Necesitamos trabajar con algunas empresas respecto a cómo vincularse e interactuar mejor con emprendimientos. Por otro lado, necesitamos el financiamiento, no sólo público –existente desde Corfo en algunos casos– sino privado para seguir creciendo. También mayores condiciones desde la banca para otorgar créditos a emprendimientos. Un ejemplo es el trabajo que está haciendo, por ejemplo, la Gerencia de Inversión y Financiamiento, con su programa de créditos “Escala Pro-Inversión”. Nuestro objetivo es generar otras fuentes de financiamiento que no sean las tradicionales.
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