Jornadas intensas vive la estadounidense Sempra Energy, que antes de fin de año debe cerrar la venta de sus activos en Perú y Chile. En este último país ya se llegó a acuerdo con China Yangtze Power para que adquiera 83,6% de la distribuidora Luz del Sur, por US$3.500 millones.
En el caso de Chile el proceso de venta de Chilquinta va un poco más lento, pero vive días decisivos. Así lo explicó a PULSO el gerente general de la compañía, Francisco Mualim, quien señaló que las ofertas vinculantes llegarán dentro de estos días. Asimismo, aseguró que el ambiente dentro de la eléctrica es tranquilo y que está "extraordinariamente bueno".
Actualmente, Sempra está en los últimos pasos para concretar la venta de Chilquinta. ¿Cómo ve eso?
-Estamos perfectamente dentro de calendario, quizás ligeramente atrasados por un par de semanas. Esperamos que en estos días lleguen las ofertas vinculantes. Después de eso, viene todo el proceso de análisis de esas ofertas, que no es solo un número, sino también las condiciones contractuales que aplicarían en ese caso y en esa materia se va a tomar el tiempo necesario, que puede ser un mes o un mes y medio, para ya tener definido con quien sería la transacción.
Pero, ¿ya les han llegado ofertas formalmente?
-Las ofertas vinculantes están próximas al llegar.
¿Cuáles son las empresas que miran la compra?
-No, no lo sabemos nosotros, porque eso lo maneja el accionista, así que no estamos enterados en detalle de cuáles son las empresas interesadas en adquirir Chilquinta.
¿Cómo podría cambiar la estructura de la empresa? ¿Qué ambiente se vive dentro de Chilquinta?
-El ambiente está extraordinariamente bueno. Hace poco tuvimos una masiva reunión con todos nuestros empleados y están todos muy tranquilos, muy bien informados de lo que está ocurriendo, están claros respecto de los tiempos que van a suceder y respecto de potenciales cambios de estructura que pudiera haber.
Hay tranquilidad entonces...
-Hay tranquilidad absoluta y estamos monitoreando el tema día a día. Queremos seguir manteniendo el clima laboral que tenemos y para ello es fundamental mantenerse comunicado con nuestra gente.
En relación con la ley corta que se discute en el Congreso, ¿cómo están viendo que se quiera disminuir la rentabilidad en las distribuidoras?
-Creemos que la disminución de la rentabilidad no tiene los objetivos que debería perseguir la ley corta. La disminución de rentabilidad es muy pequeña a nivel de los clientes, prácticamente imperceptible, y sí nos provoca como empresa e industria un efecto que no es menor en cuanto a que en esta industria, que está en pleno desarrollo de nuevas tecnologías e electrificación masiva del uso de la energía, disminuir la rentabilidad nos complejiza el seguir invirtiendo en la medida que está siendo necesaria.
Si la ley se aprobara, ¿cuál sería el efecto real en Chilquinta?
-El efecto no se puede cuantificar crudamente, porque la ley no está completa en todo su contenido y hay efectos que no han sido cuantificados, de en cuánto nos van a reconocer el nivel de pérdida, en cuánto nos van a reconocer el nivel de complejidad en que están nuestras redes y otros efectos que están en discusión. Así que no hemos cuantificado el impacto, pero direccionalmente es relevante.
¿Y cómo ven la ley larga? ¿Cree que ya debiese haber entrado a discusión en el Congreso?
-El ministro ha sido claro. Él quiere acotar los temas de discusión de la ley corta, lo que ha definido como prioritario, y después revisar cualquier discusión posterior que hable de la metodología de tarifas que se quiere tener para el sector de la distribución eléctrica. Es decir, tener primero una discusión consensuada con toda la comunidad antes de proponer la ley larga. Creemos que es la forma correcta.