Algunas de las firmas gestoras de carteras más grandes del mundo respaldaron este año dos gratificaciones a ejecutivos sin precedentes, lo que alentó a otras juntas directivas de empresas a hacer apuestas colosales a sus máximos responsables.

Fondos que dirigen BlackRock, Fidelity y T. Rowe Price Group votaron a favor de gratificaciones especiales para el CEO de Tesla, Elon Musk, y para Rick Smith, de Axon Enterprise, indican informes presentados a entes reguladores. Musk y Smith obtendrán más de US$1.000 millones cada uno si cumplen con ambiciosos objetivos financieros en el transcurso de los próximos 10 años.

Un mayor seguimiento de la remuneración de los ejecutivos por parte de inversores y asesores ha llevado a muchas juntas directivas a crear programas intermedios para evitar indignar a la opinión pública. Pero en tanto gigantes de la inversión con considerables participaciones en la mayor parte de las firmas estadounidenses que cotizan en bolsa dan muestras de receptividad a ideas no convencionales, podrían surgir más planes atípicos.

Tesla, que se caracteriza por la fuerte apuesta a su líder emblemático, se superó este año al proponer una recompensa que ilustró sus ambiciones de convertir la compañía automotriz en una de las empresas más grandes del mundo. La junta propuso otorgar a Musk opciones de acciones que rendirían más de US$50.000 millones si el valor de mercado de Tesla decuplica el actual y hay un importante incremento de los ingresos o las ganancias ajustadas antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización. Si no se alcanzan los objetivos, Musk no recibiría nada.

Axon, que vende Tasers, cámaras corporales y servicios de software, replicó la recompensa de Musk para su propio CEO y prometió a Smith opciones que podrían rendir alrededor de US$1.300 millones si la firma cumple sus audaces objetivos de crecimiento.

Las dos mayores firmas asesoras del mundo, Institutional Shareholder Services y Glass Lewis & Co., rechazaron las gratificaciones propuestas. Pero los accionistas de Axon y Tesla -a excepción de Smith, Musk y su hermano Kimbal, que se abstuvieron- aprobaron por amplio margen los paquetes de remuneración.

Algunos fondos de Fidelity, que administra unos US$2,5 billones, y el gigante de US$6,3 billones BlackRock Vanguard, que gestiona US$5,1 billones, votaron contra la recompensa de Musk pero apoyaron la de Smith, indican los informes. Algunos fondos de State Street Corp. rechazaron ambas propuestas.

T. Rowe Price, que administra alrededor de US$1 billón, dijo a Bloomberg en marzo que el plan de Tesla "coincide con los intereses a largo plazo de los accionistas". Varios de sus fondos apoyaron esa propuesta pero votaron contra la de Axon.