Gianfranco Ferrari lleva seis meses al mando de Credicorp, un holding financiero peruano con 37 mil trabajadores que tiene una capitalización bursátil de US$ 13 mil millones, una cifra que hoy supera a casi todas las empresas chilenas en Bolsa. El ejecutivo de 57 años suma dos décadas y media en el grupo, donde ha cambiado más de una decena de veces de posición. En enero alcanzó el pináculo del conglomerado. Ferrari estuvo esta semana en Chile, justo cuando se cumplen diez años del ingreso de Credicorp al país: en 2012 compraron IM Trust, la que renombraron luego como Credicorp Capital.
Cuatro de cada cinco pesos que ganó Credicorp en el primer semestre de este año provinieron de su negocio madre: el BCP, Banco de Crédito del Perú, institución fundada hace más de 130 años. Es su brazo en la banca masiva. Las microfinanzas, donde operan con la marca Mi Banco en Perú y Colombia, aportaron el 10,5% de las utilidades; y el área de seguros y pensiones, donde son dueños de la AFP Prima en Perú, el 8,9%. La banca privada contribuyó tan solo con un 0,3%. Es en esa área de negocio donde el grupo, a través de Credicorp Capital, está en Chile. Es el negocio de investment banking y wealth management. “Esos negocios están altamente correlacionados con cómo les va a los mercados. Si bien se han recuperado el último mes y medio, ha sido un primer semestre muy malo. Va a ser un año flojo”, dice Ferrari, sobre esa área de negocios, en su debut en Chile.
El nuevo CEO del grupo Credicorp espera dos sellos en su cargo. Uno, la gestión de un talento que, explica, debe trascender a los ingenieros comerciales, tradicionales en el mundo de los negocios, para incorporar otras miradas. Dos, el énfasis en ESG (Environmental, Social and Governance). Y de las tres siglas, resalta sobre todo la segunda. “En nuestros países la parte de la S, la parte social, es clave”, dice. Por eso el énfasis actual, agrega, en inclusión financiera.
En Chile, Credicorp tiene una administradora general de fondos y una corredora de bolsa como negocios principales. En renta fija en 2021 contabilizaban una participación de mercado del 5% y en equity, sumaban el 4%, según el reporte anual de Credicorp en Perú. El negocio chileno, que representa un 13% de Credicorp Capital, lo dirigen Guillermo Tagle, como presidente, y Hugo Horta, como country manager. “Tenemos un equipo de lujo”, opina Ferrari. Además, Credicorp controla Tenpo, un banco digital que esta semana alcanzó 1,5 millones de usuarios y la meta, anticipa Ferrari, es llegar a 2 millones a fin de año. Y lanzar una tarjeta de crédito.
¿Por qué en Chile están solo en banca de inversión y no han traído sus otros negocios?
La banca universal chilena es una banca madura; más madura que la peruana, sin duda. Una cosa que aprendimos hace muchos años es que a los mercados adonde vayamos tenemos que ser jugadores relevantes. Comprar el 2% de un mercado para después volverte un jugador relevante, si es que lo logras, es superdoloroso.
¿Qué es Credicorp hoy?
Credicorp es una corporación con un rol relevante en los mercados donde opera en el sistema financiero y con una visión/ambición de ser líder y promotor de la inclusión financiera.
¿Quiere modificar el peso de los negocios actuales, que dependen tanto del BCP?
Las dos principales avenidas de crecimiento para Credicorp en el mediano plazo son, primero, microfinanzas en la región. En Perú Mi banco tiene el 25% o el 26% de participación de mercado y Banco Colombia tiene el 12%. Nos gustaría llegar a un número similar al que tiene Perú y ver otros países donde se pueda hacer microfinanzas. Claramente la industria de las microfinanzas en Latinoamérica tiene un rol muy importante, no solo de hacer negocios, sino de promover y facilitar la inclusión financiera. La otra vía de crecimiento es lo que hace Credicorp Capital. Tenemos un modelo importante en Perú, Colombia, Chile. Claramente, las utilidades no nos están acompañando, en gran parte, por lo que está pasando en el mundo, de inestabilidad en los mercados financieros. Además, la inestabilidad política de nuestros países hace que la situación de corto plazo no sea positiva, pero sí vemos una oportunidad.
Cumplen este año diez años en Chile desde la compra de IM Trust. ¿Ha sido un buen o un mal negocio?
La institución más antigua de Credicorp es BCP, que tiene más de 130 años. ¿Por qué contesto esto? Diez años es muy poco. Tenemos una visión de largo plazo y de acompañar a nuestros clientes peruanos, chilenos y colombianos en estos tres mercados. Yo creo que ha sido una buena decisión. La visión es de largo plazo: continuar creciendo en Chile, sea orgánicamente o comprando una empresa. Ahora, no hay nada concreto encima de la mesa, pero somos activos (...) Si hay una oportunidad de comprar algo que nos ayude a consolidar más nuestra posición en Chile, sin duda lo evaluamos.
¿Si ya están en Perú y Colombia con Mi Banco, por qué no estrenan en Chile? Tienen registrada la marca desde hace tiempo.
El modelo de microfinanzas de Mi Banco creemos que tiene ventajas competitivas y por eso hemos registrado Mi Banco no sólo en Chile, sino en varios países de Latinoamérica. La formalidad del mercado chileno, desde el punto del empleo, hace más difícil entrar al mercado de microfinanzas. Ahora, mi intuición y esto es pura intuición, me dice que hay una oportunidad ahí. En microfinanzas hoy estamos enfocados en conseguir que Perú siga como sigue y ojalá en duplicar el tamaño en Colombia.
¿De qué depende que la intuición se transforme en una incursión?
De que hagamos nuestra investigación para entender mejor el mercado chileno.
¿Lo están haciendo?
Está en la agenda. Hoy día no lo estamos haciendo.
Llevan diez años en Chile. ¿Este es el momento más incierto de Credicorp, dada la coyuntura política chilena?
No sé si es el momento más incierto, pero claramente hay en nuestros tres países un nivel de incertidumbre más alta. Ahora, en 130 años es como bien corto plazo. De hecho, ahora en una reunión con un empresario chileno llegábamos un poquito a la conclusión de que ¿no será que una de nuestras ventajas competitivas es saber hacer negocios y gestionar empresas en entornos inciertos? Porque al final si vemos Latinoamérica, tenemos estas volatilidades. Chile ha tenido muchos años de más estabilidad que otros países de Latinoamérica. Nuestra visión de Chile es bien de largo plazo. Creo que en nuestros países, sobre todo Perú y Chile, tenemos una solidez, por un lado, macroeconómica y, por otro, de fundamentos. Si pensamos en 20, 25, 30 años, el cobre y el litio, en el caso de Chile, van a ser metales superrelevantes. Creo que el reto que tenemos todos es que como países los aprovechemos de la mejor manera posible.
La semana pasada en la presentación de resultados habló del clima de inestabilidad política en Perú. ¿Ese clima se está extendiendo en América Latina?
Yo creo que en el mundo en general somos como pendulares y hoy nos estamos moviendo a gobiernos del tipo que estamos teniendo.
Credicorp está en Chile, Perú, Colombia y Bolivia, cuyos gobiernos han girado a la izquierda. ¿Eso es malo para el negocio financiero?
Creo que lo más importante es que los gobiernos gobiernen para sus ciudadanos y se genere un mayor bienestar para los ciudadanos. Eso es lo que nos ha sostenido como países. Ahora, soy un convencido de que, para generar bienestar para los ciudadanos, necesitamos del sector público, buena gestión pública, buenas políticas públicas y sobre todo, institucionalidad. Y del sector privado, también institucionalidad, e inversión. Más allá de hablar de izquierdas o derechas, yo creo que lo relevante es que, y acá hablo más por Perú, porque no me siento con autoridad para hablar de Chile o de Colombia, lamentablemente no estamos conversando, no coincidimos en una visión...
En el caso de Chile, en el reporte de Credicorp mencionan el cambio constitucional que se vota el 4 de septiembre y la reforma tributaria de 4 puntos del PIB. ¿Son las dos coyunturas relevantes que miran en Chile?
Sin duda, y sobre todo el (cambio) constitucional... Una Constitución es el equivalente a: “hoy día jugamos fútbol 11 contra 11 y yo meto goles en tu arco y tu metes goles en mi arco”. Las reglas son esas. Un cambio constitucional es el equivalente a “vamos a cambiar las reglas de cómo se juega fútbol”. Pueden ser mejores o peores, no sabemos, pero van a cambiar. La inversión privada tiene que saber cuáles son las reglas.
¿Han detectado flujos de capitales hacia el exterior en los países donde operan?
Es información pública. Esto ha sido como las olas, primero Perú, luego Chile y actualmente, Colombia. Al final, uno puede argumentar que un dólar es un dólar: es lo mismo tu dólar que mi dólar. Pero ya si dejas de ser tan racional y eres un poquito más sentimental o emocional, a mí, por lo menos me da más pena que se vaya el dólar de un chileno al dólar de un inversionista extranjero.
¿La posición por Chile es un negocio más bien de administración, de mantener la posición de lo que tienen hoy?
El apetito es crecer, pero lo que está pasando con nuestros mercados es que se han achicado, no tanto por la coyuntura global como por la coyuntura específica de nuestros países. Sí tenemos apetito de crecer, es un país que nos gusta, podemos generar un valor agregado a nuestros clientes panandinos, a jugadores como Falabella, Ripley, Entel, o colombianos que están en Chile.
¿Los mercados de capitales chileno y peruano se achicaron por los retiros de pensiones?
Yo creo el sistema de pensiones peruano ya no existe. En Chile ha habido tres retiros, en Perú vamos por el sexto. En Credicorp, más que la rentabilidad o el tamaño de Prima, de nuestra AFP, nos preocupa la viabilidad del sistema de pensiones. Para mí el mejor ejemplo es una persona de, digamos, 45 años, que retiró prácticamente todo su fondo, pero sigue aportando y de acá a 15 años se va a ir con una pensión ridícula. Entonces se va a generar un problema social en el Perú por falta de pensiones, un problema pensionario bien serio en el mediano plazo. Mi opinión, estoy hablando de Perú, es que tenemos que sentarnos todos los jugadores y decir hoy ¿qué hacemos para reconfigurar o recomponer el sistema de pensiones?
En Chile también se discutirá una reforma de pensiones que modifica el rol de las AFP. ¿Cuál es el futuro de los sistemas de capitalización individual de Chile y Perú?
Yo creo que todo es perfectible, pero los sistemas de no capitalización individual, los sistemas colectivos en el mundo, los que yo conozco, son casi una pirámide. Cuando la pirámide ya no es pirámide -lo que está pasando es que las poblaciones en nuestros países son más rombos que pirámides- en algún momento eso revienta. Todo es perfectible y nada es perfecto. La solución es que todas las partes interesadas se sienten en una mesa y vean, dada la coyuntura actual, cómo resolvemos esto.