En una señal de los cambiantes vientos políticos de América del Sur, un clan minero multimillonario está retrasando nuevas inversiones en Chile dado el contexto político en el país, al tiempo que busca avanzar con un gran gasto en Argentina.

Lundin Mining Corp., que recientemente gastó US$1.000 millones en mejorar su operación de cobre en Chile, monitoreará los posibles cambios en las leyes chilenas antes de proceder con una expansión subterránea estimada en US$500 millones, dijo el presidente Lukas Lundin.

Al otro lado de los Andes en San Juan, el grupo sueco-canadiense conversa con funcionarios argentinos sobre un proyecto multimillonario de cobre, plata y oro.

Chile se ha convertido en proveedor dominante de cobre a nivel mundial gracias a sus regulaciones estables y favorables, además de sus gigantes depósitos. Argentina, por su parte, con su política volátil y poco ortodoxa había limitado hasta ahora el desarrollo de su vasta riqueza mineral.

Sin embargo, la brecha de riesgo podría estar a punto de reducirse tras la elección en Chile de una asamblea que coloca la redacción de una nueva Constitución en gran parte en manos de la izquierda, dejando a las minas vulnerables a reglas más estrictas. La votación del fin de semana también podría agregar impulso a un proyecto de ley para crear una de las cargas fiscales más pesadas de la industria.

La perspectiva de un entorno operativo más oneroso en Chile está haciendo que la industria se detenga justo cuando el mundo clama por más cobre en una incipiente transformación a la energía verde. Para Lundin, los cambios se producen al tiempo que la empresa finaliza los estudios sobre una expansión subterránea.

“Vamos a esperar y ver antes de invertir demasiado dinero, estoy seguro de que todos los demás están haciendo lo mismo”, dijo Lundin en una entrevista el martes. “Si hay demasiada incertidumbre en el próximo año, año y medio, obviamente no presionaremos el botón”.

Los vientos en contra de la regulación en Chile provienen de los esfuerzos para abordar las desigualdades persistentes que provocaron el peor malestar social en una generación. Las tensiones se han visto exacerbadas por la pandemia y los precios récord del cobre. Aún así, el proceso constitucional durará un año y las empresas mineras extranjeras tienen acuerdos de estabilidad que las protegen de cambios fiscales hasta al menos 2023.

“Los países quieren ingresos más altos, lo entiendo”, dijo Lundin. “Pero si sube demasiado los impuestos, será muy difícil volver a invertir”.

Resultados ‘espectaculares’

En Argentina, el grupo cuyas participaciones en los negocios de minería y energía en todo el mundo suman alrededor de US$4.300 millones, está buscando desarrollar depósitos que acaben de generar “resultados de perforación espectaculares”, dijo Lundin.

Josemaria Resources Inc. del grupo, dirigido por el hijo de Lukas, Adam, está negociando términos con las autoridades tras presentar en febrero una evaluación del impacto ambiental y social. Otra unidad de Lundin está perforando el depósito Filo del Sol. El mayor de los dos proyectos de San Juan sería al menos tan grande como la mina Candelaria de Lundin en Chile y su construcción costaría entre US$4.000 y US$5.000 millones, dijo. Los funcionarios argentinos están “interesados” en que el proyecto avance, señaló.

Lundin conoce bien Argentina. Fue responsable del descubrimiento de la mina gigante Veladero, operada ahora por Barrick Gold Inc.

También ha liderado muchas fusiones y adquisiciones a lo largo de los años. Pero, a pesar de que existe un margen limitado para que los productores de cobre aceleren las expansiones de las operaciones existentes, tampoco hay muchos vehículos en los que invertir en este momento.

“Si algo tiene sentido, definitivamente lo veremos, pero no veo que sucedan tantas fusiones y adquisiciones”, señaló.

Las oportunidades limitadas de crecimiento de la oferta y los largos plazos de entrega para las nuevas minas son parte de la razón por la que Lundin dice que el ciclo ascendente del cobre podría continuar durante otra década.

Aún así, él no quiere que los precios suban demasiado dadas las demandas que podrían generar. “Si el precio es así o un poco más bajo, es muy bueno para la industria dar estabilidad y poder para poner en producción nuevos proyectos”