El Gobierno de Japón inyectará en la economía alrededor de 26 billones de yenes (unos US$ 238.600 millones) en los próximos meses, incluyendo medidas de gasto público por importe 13,2 billones de yenes (unos US$ 121.166 millones), con el objetivo de paliar el impacto negativo derivado de la subida del IVA y de la ralentización del comercio y el crecimiento global, así como el riesgo de un frenazo económico tras los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó el nuevo paquete de medidas de estímulo, el primero desde 2016, como un "poderoso paquete de políticas dirigido a contribuir a la superación de los riesgos económicos negativos".

La tercera mayor economía mundial, que en el tercer trimestre de 2019 registró una expansión anualizada del 0,2%, la más débil en un año, se ve amenazada por la incertidumbre relacionada con la guerra comercial y las tensiones geopolíticas, así como por la subida en octubre del IVA al 10% desde el 8%, que podría implicar una carga para los hogares japoneses de 2,2 billones de yenes (18.208 millones de euros) el próximo ejercicio fiscal.

Asimismo, la acción del Gobierno japonés pretende ayudar a la economía a superar el riesgo de ralentización e impulsar las inversiones más allá del horizonte marcado por la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

De este modo, el nuevo plan, que busca impulsar el crecimiento del PIB de Japón hasta en 1,4 puntos porcentuales, dedicará prácticamente la mitad de su importe a inversiones públicas, incluyendo créditos abajo coste para empresas, que en su gran mayoría irán destinados a la reconstrucción de infraestructuras dañadas por desastres naturales, según informa la agencia Kyodo.

Asimismo, entre las medidas de estímulo que serán aprobadas se incluirían las dirigidas a impulsar la investigación y el desarrollo de comunicaciones móviles como el 5G y subvenciones a jóvenes investigadores y científicos.