La industria inmobiliaria está realizando importantes esfuerzos para avanzar hacia un modelo más sustentable y amigable con el medioambiente. Y es que el desafío no es menor. Según datos de la OCDE, este sector es responsable del 25% de los residuos que se producen a nivel mundial. Políticas de ejecución más limpias y la generación de espacios para el reciclaje en las propias comunidades, están entre las principales iniciativas que buscan enfrentar este desafío.
Los escombros que se producen durante la construcción es quizá el principal impacto de la industria inmobiliaria en el medio ambiente, lo que suele propiciar el desarrollo de vertederos ilegales y otros problemas en las comunidades. Y es que este es un tema que no siempre se enfrenta de una manera adecuada.
Según un estudio de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), un 60% de las empresas de construcción no conoce las normativas, reglamentos y leyes relacionadas con la gestión de residuos.
Es por este motivo que desde el sector inmobiliario están trabajando con fuerza para enfrentar ese desafío. "Resulta importante que nuestro sector cuente con políticas adecuadas para evitar que los escombros se conviertan en desechos que causen un impacto negativo a nuestro medio ambiente", sentencia Gonzalo Errázuriz, gerente de proyectos Indesa.
Una política que permita enfrentar de manera correcta este desafío, permite que gane terreno la sustentabilidad de la ciudad. "Al reciclar, las inmobiliarias disminuyen el consumo de materiales nuevos, privilegiando el reutilizado. Además, se erradica el funcionamiento de vertederos ilegales y se fomenta el uso de aquellos lugares que cuentan con las normas necesarias. Junto con esto, existe un menor grado de contaminación por el transporte de residuos y disminuye el uso de agua y energía", explica Errázuriz.
Esto es lo que motivó el desarrollo del edificio Riesco Leguía, el cual se encuentra en proceso de certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design). Su infraestructura cuenta con un plan de manejo de residuos de construcción y demolición, el que permite reutilizar el material sobrante de las obras, evitando que la acumulación de escombro termine en un relleno sanitario.
"El aporte de la industria inmobiliaria es clave para el impulso del reciclaje, sobre todo desde el diseño de los nuevos desarrollos, para proveer a residentes y comunidades aledañas de instalaciones que faciliten el reciclaje. Está comprobado que en la medida de que las personas tienen más acceso y cercanía con puntos limpios, aumenta su participación en estas prácticas", manifiesta Cristián Cominetti, gerente general de Piedra Roja, iniciativa de Inmobiliaria Manquehue.
Esta Zona de Desarrollo Urbano Condicionado (Zoduc) maneja una política integral de reciclaje, la que contempla la instalación de uno de los primeros puntos limpios de la zona norte de la capital, el cual es operado por Triciclos, y que ha recolectado más de 1.000 toneladas en siete años y un programa de recolección a domicilio, entre otros.
"El gran desafío tiene que ver con sumar el aporte privado y el público para coordinar estrategias y optimizar recursos que mejoren la infraestructura necesaria", asegura Cominetti.
RDG (Ralei Development Group) es otra compañía que ha dedicado tiempo al desarrollo de una política de gestión de residuos. Por ejemplo, en sus edificios han instalado puntos limpios, los cuales permiten realizar una seperación de origen de los desechos, considerando papeles, cartones y Envases Tetra Pak, Botellas plásticas (PET) y Envases de Vidrio.
"El desafío principal es crear los espacios adecuados para incentivar a los propietarios de nuestros edificios a que se sumen a la tarea de reciclar. Es por ello que nuestra empresa está permanentemente analizando nuevas alternativas para hacer más eficiente el reciclado de basuras dentro de nuestros desarrollo inmobiliarios", destaca Andrés Ergas, gerente comercial de RDG.