La gobernadora de la Reserva Federal de Estados Unidos Michelle Bowman dijo este jueves que serán necesarias “subidas adicionales de las tasas de interés” para controlar una inflación que, en su opinión, se ha estancado esencialmente en un nivel alto desde finales del año pasado.
El banco central estadounidense “ha hecho progresos en la reducción de la inflación, pero a pesar del endurecimiento significativo de la política monetaria, seguimos viendo niveles inaceptablemente altos de inflación”, dijo Bowman en declaraciones preparadas para ser pronunciadas en un acto comunitario de la Fed en Cleveland.
“Creo que serán necesarias alzas adicionales de las tasas de interés oficiales para reducir la inflación hasta nuestro objetivo con el tiempo”, agregó.
Bowman dijo que apoyó la decisión de mantener las tasas estables en la reunión de la Fed de la semana pasada, un paso caracterizado esta semana por el presidente de la entidad, Jerome Powell, como un paso prudente dada la incertidumbre sobre hacia dónde se dirigen la economía y la inflación, y si el estrés en el sector financiero podría llevar a una desaceleración económica más brusca de lo esperado.
No obstante, su uso del plural “subidas de tasas” también indicó que se encuentra entre la mayoría de las autoridades de la Fed que prevén al menos dos aumentos más de un cuarto de punto en las cuatro reuniones que quedan en el año. Tres funcionarios creen que los tipos tendrán que subir aún más, y uno de ellos prevé un incremento de otro punto porcentual completo, desde el rango actual del 5%-5,25% hasta más del 6%.
Bowman no detalló dónde se situaba en ese espectro.
No obstante, están empezando a surgir diferencias entre los banqueros centrales estadounidenses sobre lo que puede ocurrir a continuación. Algunos, como Bowman, abogan por más alzas de tasas -los inversores creen actualmente que las subidas se reanudarán en julio-, mientras que otros dicen que necesitan estudiar más datos antes de decidir, y uno de ellos, el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, aboga por no aprobar más incrementos.
“Aunque una política monetaria más estricta ha tenido algún efecto sobre la actividad económica y la inflación hasta la fecha, hemos visto la inflación subyacente esencialmente con forma de meseta desde el otoño (boreal) de 2022″, dijo Bowman, con nuevos aumentos necesarios para “reducir la inflación de manera significativa y duradera”.