En horas de la noche de ayer, el gobierno oficializó a través de un comunicado la renuncia del director del Trabajo, Mauricio Peñaloza.
La decisión de La Moneda se gatilló a raíz de la controversia que generó, esta semana, la entrega de los datos de despidos por la causal de necesidad de la empresa. Mientras el martes se informó que la cifra de enero correspondía a 37 mil desvinculaciones, lo que se implicaba una baja anual de 20%, el jueves, el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, salió a aclarar los antecedentes, dando cuenta que las cifras informadas no eran comparables. La DT había efectuado un cambio de criterio en la forma de contabilizar esos despidos, que había pasado inadvertida. De este modo, utilizando la base tradicional, las desvinculaciones por esta causal fueron 132 mil, arrojando un aumentó 180,5% en doce meses.
Esta situación generó tensión y molestia durante todo el día en distintos estamentos del Ejecutivo, ya que se entregó públicamente información que no reflejaba la realidad del mercado laboral y puso en entredicho la permanencia del ahora renunciado director del Trabajo.
A mediodía de ayer varias versiones señalaban que Peñaloza había puesto su cargo a disposición y que el Ejecutivo estaba evaluando su situación, la que se zanjó al final de la jornada.
Peñaloza, que venía del mundo privado, fue nominado por el Presidente Sebastián Piñera el 14 de marzo de 2018, utilizando uno de los 12 cargos que se podían nombrar directamente por el Primer Mandatario. Ahora, el gobierno buscará un reemplazante.
Mirada de los expertos
Ante la situación de irregularidad en la comunicación de los datos de despidos por necesidades de la empresa, los expertos entraron al debate para abordar desde lo técnico las implicancias de este error y entregar sus recomendaciones.
David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, explicó que la principal falencia de esta situación "parte desde que se asume que los datos administrativos son un indicador estadístico de empleo con todos los estándares de calidad y procedimiento que esto involucra". En este sentido, el experto dijo que "los cambios en la metodología debieron ser comunicados de forma masiva y, asimismo, tener una base histórica empalmada con la nueva, para darle contexto a las personas que interpretan los datos".
Bravo apuntó, además, a que "ninguno de estos aspectos ha estado presentes en los datos de la DT y las consecuencias fueron lamentables", porque "esta falla hizo que las autoridades interpretaran la cifra como una buena noticia cuando no era así. Es más, que haya sido el mismo subsecretario el que haya salido a dar la cara por un error metodológico da cuenta del problema que hay en la DT, porque él no es responsable de manera directa".
Por su parte, y como "un error técnico importante", calificó el exsubsecretario del Trabajo, Marcelo Soto, "la no comunicación previa del cambio de la metodología y por consiguiente el no correlato entre los datos de despidos" ya que, a su juicio, "este primer anuncio dio una señal política a los actores sociales que no era para nada correcta y que se revirtió en una señal aún mucho más contraria cuando se aclaró el error". En este sentido, hizo un llamado a "las autoridades involucradas a asumirlo como lo que fue, un error técnico y no comunicacional, que por lo tanto, requiere ser reconocido con transparencia".
En cuanto a cuál de las dos fórmulas es la correcta. Ambos precisaron que, ambas son válidas, porque entregan información, pero indicaron que lo importante es que estén contenidas en el reporte con su respectiva explicación.