El gobierno ya tiene asegurada una recaudación de 0,45% del PIB, unos US$1.350 millones al año, tras aprobarse el proyecto de royalty minero. Con ese debate cerrado, ahora seguirá adelante con su objetivo de reimpulsar una nueva reforma tributaria -denominada el corazón-, que reemplace la propuesta rechazada en la Cámara de Diputados, que elevaba el impuesto a la renta, eliminaba exenciones y reducía la evasión y elusión.
Esta tarea se anticipa compleja por dos razones: la primera es que necesita lograr un consenso amplio para poder insistir en el Senado, ya que requiere 2/3 de aprobación. La segunda, es la postura de la oposición, la que se muestra muy reacia a subir impuestos, dado el contexto económico del país. Sin los votos de este sector político, no hay posibilidad de que se avance en la materia.
Dado este escenario, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha enfatizado en la necesidad de lograr un acuerdo, porque de lo contrario no será posible saltar esa valla. Y por eso, ha llamado a no tener “líneas rojas” en la discusión.
Su plan de trabajo comenzó con los diálogos ciudadanos en torno a la reforma. Ahí participaron sectores empresariales, pymes, trabajadores, sociedad civil y académicos. Luego, el siguiente paso fue abordar la temática con los partidos políticos. Esta segunda ronda de conversaciones finalizó el miércoles último, cuando se reunió con la directiva de RN y la UDI. Al respecto, este viernes al participar en un seminario organizado por la Cámara Nacional de Comercio en Ñuble, dijo que se debe “terminar con los emplazamientos, las líneas rojas y los debates interminables. Hagamos las cosas porque este país necesita que las cosas se hagan a tiempo y bien”.
En esta segunda etapa, el ministro elaborará una propuesta con todos esos insumos, para a continuación iniciar nuevamente la socialización y conversación. Su objetivo es tener un acuerdo a fines de junio. Una de las innovaciones en este nuevo planteamiento será incorporar el uso de los recursos que se busca recaudar con el proyecto impositivo. “Creo que es más fácil llegar a buen puerto si dentro de los acuerdos se incluye el destino de los recursos”, sostuvo el jueves.
Pero más allá de lo anterior, el meollo de la discusión con los partidos opositores estará en la meta de recaudación que plantee Hacienda y en los medios para eso.
Si en un comienzo este proyecto apuntaba a recaudar 3,2% del PIB, ingresó a su última votación con un objetivo de 2,7% del PIB. Ahora, tras el rechazo que hubo en la Cámara y dada la nueva realidad política que impone además el resultado de la elección constitucional, en el Ejecutivo dicen estar conscientes de que la meta deberá ser algo más modesta. En ese sentido, según fuentes de gobierno, la apuesta de Hacienda será asegurar al menos un piso de 2% del PIB (unos US$7.000 millones), aunque sin renunciar a llegar lo más cerca posible de un 2,5% del PIB. No obstante, dada la postura del bloque opositor, ya alcanzar el 2% del PIB se podría complicar (ver entrevista más abajo).
Los temas que por ahora generan una mayor apertura por parte de la oposición son las medidas que apuntan a disminuir la evasión y la elusión, las exenciones y, en menor medida, los cambios al impuesto global complementario.
Desde la UDI, el jefe de comité de senadores, Gustavo Sanhueza, sostiene que “al menos desde nuestro sector, no existe posibilidad de aumentar impuestos, pero no por darle una respuesta antojadiza y buscar aportillar, sino que el momento del país nos obliga a ser más responsables que nunca”.
El legislador evita pronunciarse sobre qué medidas estarían dispuestos a aprobar. “La disposición va a estar en sentarnos a conversar con el ministro y con quien sea necesario en la medida que sean propuestas responsables, sostenibles en el tiempo y que piensen en el bienestar de la ciudadanía, sobre todo en lo que dice relación con la eficiencia del gasto público, revisión de los programas que no han sido bien evaluados, y acerca de los temas de evasión a través de una agenda clara y profunda”.
Desde RN, en tanto, el jefe de bancada, Miguel Mellado, indica que su partido estará dispuesto a conversar temas de evasión y elusión, pero no mucho más, por ahora. No obstante, si bien no es una propuesta propiamente tal, afirma que si el gobierno mantiene la idea elevar los tramos medios y altos del impuesto global complementario, tal como estaba en la idea original, llegando al 43%, es partidario de debatir el ampliar la base de quienes tributan por sus ingresos.
Si se considera la propuesta original, por menor evasión y elusión el gobierno tenía proyectado recaudar 1,6% del PIB; 0,19% del PIB por reducción de exenciones y 0,23% por las modificaciones a los tramos del impuesto global complementario. Si se avanza en esas tres medidas, la recaudación sumaría 2,02% del PIB.
Senador Coloma: “El tema de preocupación debería ser cómo volver a crecer”
Ya se cerró el debate del royalty minero y ahora el gobierno quiere acelerar la búsqueda de acuerdo para impulsar un nuevo proyecto en el ámbito del impuesto a la renta. ¿Cómo espera que se dé ese debate?
-Este es el minuto en que el gobierno cambie los ejes con los que ha estado desarrollando sus políticas públicas. El país tiene tres grandes prioridades hoy: la seguridad, llegar a un acuerdo en materia constitucional y, lo tercero, es cómo volver a crecer. En eso me preocupa que el gobierno no cambie el foco. El tema de preocupación hoy debería ser cómo volvemos a crecer más que cómo seguimos cobrando impuestos. Gran parte de la agenda ha tenido que ver con aumento de tributos, y no me parece que todas las políticas del gobierno terminen subiendo el costo a las empresas, más que viendo cómo el país vuelve a crecer.
Pero, de todos modos, el Ejecutivo quiere avanzar en un nuevo proyecto tributario. ¿Cuál es el espacio para lograr acuerdos?
-En materia de evasión hay espacio para mejorar la legislación. Tenemos la voluntad para eso. Pero después de todo lo que ya se ha aprobado en materia de royalty, 40 horas laborales, lo que se vendrá con reforma previsional y el alza de 6% de cotización, seguir agregando impuestos al mundo del emprendimiento hará que sea más difícil crecer. No debemos olvidar que el gran motor de la recaudación en Chile es el crecimiento, y si vemos los datos, el crecimiento hoy es casi igual a 0% y, por ello, no sigamos en la lógica de aumentar impuestos.
Aparte de las medidas en materia de evasión, ¿hay algo más que ustedes estén dispuestos a aprobar?
-El gobierno no es el único actor en políticas públicas, nosotros estamos pidiendo que se tenga un plan para volver a crecer. Me parece de sentido común el avanzar en medidas y tiene que ver con normas para facilitar la inversión, con evitar la burocracia que existe respecto a cualquier proyecto de inversión, tiene que ver con otra forma de ver el campo económico. Hay que cambiar el eje. Tenemos que entrar en una lógica de volver a crecer. Y la reducción de la evasión tenemos que hacerlo igual, más allá de una reforma tributaria. No veo con optimismo que la única lógica de un país sea recaudatoria y no sea de desarrollo, porque eso es lo que al final permite dar una mirada de largo plazo en materia de crecimiento. Falta pensar la forma de recuperar el crecimiento.