Fueron prácticamente 24 horas después. Si el martes, el ministro de Economía, Lucas Palacios, cuestionaba a los alcaldes que habían decidido cerrar los malls, aduciendo que no tenían autoridad, al día siguiente tomaba la misma determinación. “A partir de mañana (jueves), los centros comerciales estarán cerrados, a excepción de aquellas tiendas fundamentales para el abastecimiento de las familias: supermercados, farmacias, centros médicos, bancos y tiendas para el abastecimiento del hogar”, señaló el ministro, en compañía de la presidenta de la Cámara de Centros Comerciales, Katia Trusich, y del titular de la Cámara Nacional de Comercio, Manuel Melero. La decisión -que se prolongará inicialmente desde este jueves hasta la próxima semana- vino luego de que el presidente Piñera anunciará estado de Catástrofe nacional, impulsando así la determinación del cierre de parte del comercio.

Si bien el acuerdo alcanzado por la asociación que reúne a los malls y el gobierno tardó -venían negociando desde el martes-, al interior del sector la clausura temporal era esperada. Más que mal, el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, había tomado tal determinación el lunes; siendo seguido luego por la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, y posteriormente por el edil de Las Condes, Joaquín Lavín; en instancias en que los mismos trabajadores de los malls protestaban, presionando el cierre. Ahora, los centros comerciales pondrán a disposición de la población el servicio de delivery de comida, y espacios para el retiro de compras online, conocido como click and collect. De hecho, hoy es en ese mecanismo donde se están reforzando para no ver tan impactadas sus ventas. Fuentes al tanto, precisan que ya desde el estallido del 18 de octubre que venían trabajando en potenciar esa área, por lo que ahora se encuentran más preparados. Así, desde Cencosud -matriz de Paris y Jumbo- reconocen que todas las modalidades de despacho se verán fortalecidas, lo mismo explican en Cruz Verde, quienes adelantaron su proyecto de venta online, dado esta contingencia, junto con limitar a tres el número de unidades que cada cliente puede comprar.

En el caso de Falabella, la compañía cerrará todas sus tiendas desde este jueves, por ende, la forma de venta será vía web y de retiro, junto con extender por 90 días el plazo para cambios y devoluciones de todas las compras hechas en marzo. Además, la firma decidió exigirle a todas las empresas que entregan sus productos usar elementos de seguridad adicional y mantener la distancia con los clientes. De hecho, Sodimac ya impulsó políticas para poder mantener los despachos que se traducen en reprogramarlos si hay personas en riesgo, y que quienes lleven las compras, estén con mascarillas y guantes.

En el intertanto, los supermercados también decidieron tomar medidas adicionales. Walmart, por ejemplo, profundizó el plan de compra responsable, que se traduce en que sólo se pueden adquirir cinco unidades por persona, a productos básicos como aceite, arroz y harina; además de limitar el acceso a un número reducido de personas a los locales.

SMU hizo lo propio y redujo a 5 unidades autorizadas por cliente en artículos de limpieza, higiene, al igual que algunos productos de primera necesidad. Asimismo, Tottus inauguró un nuevo local en Peñalolén para brindar más opciones de abastecimiento, señalaron.