El proyecto de ley que reduce de 45 a 40 horas la jornada semanal dio un importante paso en su tramitación legislativa. La Cámara de Diputados la aprobó por 86 votos a favor, 33 en contra y 31 abstenciones, lo que significa que hubo 5 votos favorables del oficialismo, todos de RN.
Si bien en su eje central la iniciativa mantiene "el corazón", lo cierto es que el texto tuvo matices importantes en relación a la idea original.
Se estableció un régimen de gradualidad de cinco años para las pymes (con un tope máximo de ventas de hasta 75 mil UF anuales) y de un año para las grandes corporaciones.
Asimismo, se excluye la hora de colación dentro de la jornada laboral. En un principio, los parlamentarios opositores eran partidarios de considerarla, con lo cual la jornada se reducía a 35 o 37 horas efectivas semanales, dependiendo de cuánto se usara para colación. Sin embargo, se excluyó facilitando los acuerdos y con ello evitar así la crítica del Ejecutivo.
Otro de los cambios que incorpora la propuesta es que se permitirá que las jornadas especiales como las de transportistas, retail, o cualquier otro sistema especial de duración y distribución de la jornada que contemple el Código del Trabajo y la jornada laboral del artículo 22 podrán, por acuerdo de las partes, promediarse en períodos bimensuales o trimestrales de distribución de días de trabajo y descanso. De esta manera se suma un factor de adaptabilidad laboral.
Desde el gobierno afirman que, si bien todavía no tienen una decisión tomada, una vez que el texto llegue al Senado se analizará ingresar en esa instancia indicaciones y, de esa manera, patrocinar el proyecto. Todo esto considerando que el proyecto de flexibilidad laboral recién está en su primer trámite legislativo.
La ministra del Trabajo, María José Zaldívar sostuvo que "el proyecto original era un muy mal proyecto. Hoy en día tenemos un proyecto que es mejor y que vamos a seguir viendo cómo se va desarrollando (…) Es muy relevante para nosotros tener la opinión de esta mesa (técnica) transversal que nos va a poder más luces respecto de este proyecto", añadió.
Lo inesperado
Sorpresivo fue el apoyo que los diputados RN, Gonzalo Fuenzalida, Hugo Rey, Pablo Prieto, Diego Schalper y Cristóbal Urruticoechea, le dieron al proyecto opositor. Con esto no solo se vislumbra un escenario más "amigable" para el proyecto en su siguiente etapa legislativa en el Senado, sino que también pone en evidencia una vez más las disparidades que hacen vida dentro del oficialismo. Para la diputada comunista y autora del proyecto Camila Vallejo, "este es un avance, pero obviamente todavía queda un debate por dar en el Senado. El tema de las colaciones hay que seguir discutiéndolo, evidentemente todos los regímenes especiales".
Por su parte, el diputado de RN, Diego Shalper, acotó que "varios asumimos un compromiso de que si el proyecto mejoraba, lo apoyaría. Y si bien quedaron puntos pendientes, uno es persona de palabra", dijo y agregó que "si bien no estoy de acuerdo con todo lo que se aprobó y con lo que se dejó de aprobar, yo voté a favor en esta ocasión porque vi una clara señal de gradualidad para las pymes". En este punto, indicó que "espero que en el Senado puedan aclararse e incorporarse otras indicaciones que vayan en esta línea".
Respecto a los próximos pasos, la presidenta de la Comisión de Trabajo del Senado, Adriana Muñoz (PPD) dijo que "lo vamos a poner en tabla con prontitud, porque creemos que hay que dar una respuesta muy importante, sobre todo cuando hay un reclamo profundo por las condiciones en que se vive". Así, todo indica que en diciembre se podría comenzar a analizar el texto en esta instancia legislativa.