El gobierno movió sus cartas para destrabar el proyecto de salario mínimo, cuya tramitación se ha extendido más allá de lo previsto por el Ejecutivo en el Senado. Es que los senadores de oposición que integran las comisiones de Trabajo y Hacienda le plantearon más de una duda sobre el contenido de la iniciativa. El foco de atención se puso en el subsidio a las micro, pequeñas y medianas empresas, y en la cobertura del suplemento para la canasta de alimentos.
Ante ello y como última jugada, este lunes el ministro Hacienda Mario Marcel tomó la palabra para informar los cambios que el Ejecutivo iba a incorporar y que considera mayores ayudas tanto en lo referido a las pymes, como en lo relativo a los precios de los alimentos, con lo cual la propuesta fue aprobada por unanimidad. Se espera que este martes el proyecto sea visto por la sala del Senado, para avanzar a su tercer trámite en la Cámara.
En concreto, las indicaciones de Hacienda apuntan a cambiar la fórmula de entrega del subsidio para las micro, pequeñas y medianas empresas. Según lo señalado por el secretario de Estado, el subsidio comenzará en $22 mil en mayo, con un reajuste de $4 mil en agosto, subiendo hasta los $26 mil. Luego en enero, en caso que el salario mínimo aumente a $410 mil, el subsidio pasará a $32 mil. El proyecto original contemplaba un monto de $22 mil hasta fin de año.
Otra de las modificaciones que apuntan a las mipymes tiene relación con que se mantendrá parejo el monto del subsidio hasta las medianas empresas. En el proyecto original el monto comenzaba a decrecer para las medianas empresas.
También se propuso extender el suplemento de recursos para hacer frente al alza del precio de los alimentos. El texto original lo mantenía hasta diciembre, sin embargo, ahora este beneficio de extenderá hasta abril del próximo año, es decir, hasta la nueva negociación por salario mínimo.
También se perfeccionará la forma de entregar el suplemento para los alimentos para los hogares que no tienen Subsidio Único Familiar ni Asignación Familiar, los que podrán recibir este aporte a través del programa de ingreso familiar permanente. Así, se favorecerá a quienes son beneficiarios de Programa Seguridades y Oportunidades y Chile Solidario.
Finalmente, se sumó la facilitación del funcionamiento del Ingreso Mínimo Garantizado (IMG), al requerirse solo una postulación al beneficio, en lugar de la exigencia mensual actual, y al dejar un aporte plano en vez del aporte por horas efectivamente trabajadas.
La propuesta original sube el monto de salario mínimo a $380 mil desde $350 mil en mayo y a $400 mil en agosto. Además, se estableció una cláusula que reajustará automáticamente el monto de $400 a $410 mil en enero 2023, si la inflación anual a diciembre supera el 7%.
“Para nosotros lo más importante es que este proyecto se despache pronto, de manera que esté vigente al momento de que corresponda pagar las remuneraciones de mayo. Estamos dentro de esos plazos”, indicó Marcel, tras la votación en las Comisiones Unidas. Asimismo, enfatizó que “hemos hecho un esfuerzo por tratar de recoger el mayor número posible de observaciones y sugerencias que surgieron en la sesión anterior (de las comisiones unidas), a través de las indicaciones que presentamos y que fueron bien recibidas por los senadores”.
Los cambios no son inocuos en materia de costo fiscal. Si a comienzos de mayo, el informe financiero original de la iniciativa mostraba que en el total dicho costo para los años 2022 y 2023 ascendía a $372.329 millones, unos US$465 millones, ahora con los cambios el monto se eleva en unos US$183 millones. Así, el total sube a unos US$648 millones.
Además, ese costo fiscal podría cambiar si la inflación acumulada en doce meses supera el 7% este año, ya que ahí se gatillan alzas de los subsidios y del salario mínimo en enero de 2023 a $410 mil. En ese escenario, el monto extra sube en unos US$189 millones, totalizando un desembolso fiscal de US$654 millones aproximadamente.