Después de ocho reuniones, el gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) no llegaron a acuerdo en torno al reajuste del salario mínimo, y se espera que este martes ingrese el proyecto con la propuesta oficial para discutirlo en el Congreso.
De hecho, este lunes en la noche Hacienda envió un comunicado informando el contenido de la iniciativa.
En el detalle, la propuesta de reajuste para el período septiembre 2020-septiembre 2021 es que mantenga el poder adquisitivo en relación al último reajuste de marzo 2020. Es decir, el monto del salario mínimo mensual se quedaría en $320.500, sostuvo el ministro Ignacio Briones, “dada la variación de 0% del IPC entre marzo 2020 y hoy”.
De prosperar este planteamiento, sería la primera vez, desde el retorno a la democracia, que se congelaría el salario mínimo (ver gráfico).
Al respecto, Briones señaló que el reajuste propuesto al salario mínimo es reflejo de la crisis económica y laboral, que atraviesa el país, como consecuencia de la pandemia Covid-19.
En ese sentido, dijo que “la caída de la actividad económica nos sitúa en niveles similares a los que el país tenía hace tres años, cuando el salario mínimo era de $291.426, medido en poder adquisitivo a mayo de este año. En ese entonces, la tasa de desempleo era de 7,3%, casi la mitad de lo registrado en el trimestre móvil mayo-julio, de 13,1%”.
Explicó que “este reajuste mantiene el poder adquisitivo de los trabajadores; responde a la realidad de los miles de chilenos y chilenas que hoy buscan empleo; y es responsable con las pymes que hoy buscan recuperarse y que emplean a tres de cada cuatro trabajadores que ganan el mínimo”.
Las tratativas
“Desconocemos cuánto será lo planteado. Este es un proceso, culminó la etapa con la CUT, ahora tendremos que ir al debate en el Congreso y ahí estaremos expectantes”, indicó la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, en horas de la tarde de este lunes luego de dar por finalizada las reuniones con el gobienro.
Las conversaciones no fructificaron, ya que las posiciones estuvieron distantes entre Hacienda y la CUT. Estos últimos aspiraban a un incremento de los $320.500 a $400.000, que es el techo del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), pero la oferta que recibieron de los ministros de Hacienda y Trabajo, Ignacio Briones y María José Zaldívar, estuvo muy distante de eso. “No pudimos avanzar, porque la cifra que comprometía el Ejecutivo estaba lejos de lo que podía aceptar la Central”, acotó Figueroa.
Aunque la propuesta inicial presentada por la autoridad fue el congelamiento de los salarios, fuentes cercanas a la negociación comentaron que luego colocó sobre la mesa un reajuste en torno a la variación de la inflación. Si se calcula respecto del 3% que es la meta del Banco Central, eso implica un monto de $330.115; pero si se utiliza en torno al 2%, que es el porcentaje de inflación esperado para este año, sería de $326.910.
Otra razón del congelamiento, esgrimen las fuentes, es que el gobierno está preparando un subsidio especial para la contratación, que se fija como un porcentaje respecto del salario mínimo, por lo tanto, un incremento puede encarecer la herramienta que le permitirá enfrentar el desempleo.
Otro punto que estuvo dando vueltas y que podría abordarse en el Congreso fue el plazo del reajuste: el gobierno se inclinó por un año y la CUT planteó 6 meses.