En agosto de 2018, el gobierno puso en marcha la nueva visa de oportunidades laborales cuyo objetivo era ordenar y caracterizar a la fuerza de trabajo extranjera.

Como primer paso se lanzó un programa piloto con 3 mil cupos para extranjeros. El visado se entregaría mediante un sistema de puntaje, según criterios definidos de formación educacional, edad, idioma, ocupación y territorio.

Una vez finalizado el período de postulación señalado, en base a cálculos del puntaje de todos los solicitantes, se asignaron los cupos. Los extranjeros que no obtuvieron visado en este proceso, automáticamente serían considerados para los procesos futuros, previa ratificación del interés de seguir postulando.

La presentación de la solicitud de visado de oportunidades se debía realizar ante la autoridad consular chilena en el exterior correspondiente al país de origen o residencia del interesado, lo que la transformaba en una visa consular y por ende más restrictiva. En febrero del año pasado se entregaron poco más de 2 mil visas.

Si bien cuando se anunció este visado se dijo que reemplazaría a la visa por motivos laborales, ya que para el gobierno actual este tipo de permiso, creado en el gobierno de Michelle Bachelet, era muy permisivo y habría sido el causante de la masiva llegada de inmigrantes, lo cierto es que el Ejecutivo decidió poner en pausa este visado para analizar su continuidad, y de paso reformular todas las visas relacionadas con permisos laborales.

El jefe del Departamento de Extranjería y Migración, Álvaro Bellolio, afirmó que "fue un piloto interesante que entregó información valiosa. El migrante que quiera venir a Chile debe pedir su visa consular con foco laboral para que se integre de inmediato al mercado del trabajo".

En ese sentido, añadió que ahora "se está en un proceso de levantamiento de información para ver qué visado laboral vamos a aplicar, porque habrá una reformulación a las visas laborales".

Para Bellolio una visa laboral debe ser flexible ya que debe responder a distintos incentivos. "Si bien se debe establecer una base mínima debe ser flexible para generar incentivos sobre áreas específicas entendiendo que la necesidad del país también es distinta", explicó.

El plan del Ejecutivo es contar con la nueva visa una vez que esté aprobado el proyecto de ley de migraciones, el cual se encuentra en su segundo trámite legislativo en el Senado. Esto porque la nueva normativa entregará los criterios generales con pisos mínimos de distintos tipos de visas, siendo uno de ellos el laboral.

Actualmente, la principal visa laboral vigente es la sujeta a contrato. Para solicitarla se necesita acreditar un contrato de trabajo en el lugar de origen ante el Consulado de Chile.

Luego, el Departamento de Extranjería analiza los datos del solicitante. Tiene una duración máxima de dos años. Durante el gobierno de Bachelet está visa fue catalogada como restrictiva y por ende se creó la visa por motivos laborales, que permitía a los extranjeros llegar al país con motivo de turismo y luego cambiar el estado por un periodo de seis meses para poder encontrar un empleo.

Nueva cifra de inmigrantes

A mediados de febrero, el Departamento de Extranjería y Migración, junto al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entregarán una nueva cifra del total de inmigrantes presentes en Chile.

El año pasado se informó que esta población ascendió a 1.251.225 personas extranjeras residentes en Chile al 31 de diciembre de 2018. De ellas, 646.128 eran hombres y 605.097 mujeres. La cifra representó el 6,6% de la población total de Chile y superó en un 67,6% el número de migrantes que registró el Censo 2017 (746.465 personas).

Para este año, Bellolio espera que la cantidad de foráneos siga al alza. "Solo el año pasado entraron 100 mil venezolanos y por ello hablar o esperar una disminución es imposible, lo que si pasará es que el aumento ya no será como los años anteriores".