Desde el Gobierno calificaron como preocupante la situación en que grandes empresas como Iansa y pastas Suazo decidieran poner fin a sus operaciones. Esto ha significado que el Ejecutivo, por medio del ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, anunciará que realizaría un monitoreo permanente a los pasos que den ambas plantas, para así buscar que no pongan fin a su funcionamiento y evitar otro episodio como el de Maersk.
El jefe de la cartera del Trabajo anunció que estarían realizando un apoyo en materia de capacitación y reubicación para los trabajadores de Maersk y que podrían homologarlo para los trabajadores de Iansa y pastas Suazo. Pero él mismo Ministro comunicó que la prioridad sería un trabajo basado en el monitoreo de la situación y explicó que "se están haciendo esfuerzos para que ninguna de las dos cierre, para que continúen el giro y tenemos confianza de que esas gestiones sean exitosas".
La decisión de cierre de pastas Suazo se postergará por un mes, debido a que Copeval, acreedor principal de Suazo, esgrimió a través de su abogado Bernardo Pinto, no tener a la vista todos los antecedentes para optar por entre la continuidad del giro o la liquidación.
Por su parte, Iansa informó que el directorio de la compañía se reunirá la próxima semana para definir el futuro de la planta ubicada en la comuna de Linares.
Otra de las gestiones del Ejecutivo por detener estos cierres la realizó el ministro de Agricultura, Antonio Walker, quien solicitó directamente a los controladores de la Iansa, la británica ED&F Man, aplazar la decisión de cierre en dos años.