Solía ​​tomarles días a los banqueros de Goldman Sachs Group Inc. analizar la vulnerabilidad de una empresa a los inversionistas activistas. Ahora, la firma lanzará una aplicación que permite a los clientes hacerlo por sí mismos en solo segundos.

Goldman Sachs ha pasado dos años desarrollando silenciosamente "Jupiter", un programa que filtra datos históricos sobre los accionistas de una compañía, y luego los combina con otra información para calificar su vulnerabilidad a los activistas. La firma ofrecerá la aplicación en las próximas semanas a clientes que podrían convertirse en blanco de invasores corporativos.

El software evalúa el riesgo de un ataque activista de varias maneras. Por ejemplo, analiza los fondos que poseen acciones de una empresa, mostrando cómo se clasifica frente a otras posesiones. La idea es que es más probable que un administrador de fondos rechace las demandas de un activista si la empresa ya se ve bien en la cartera financiera, por ejemplo, al aumentar los ingresos más rápido o pagar un dividendo más alto que otras apuestas. Los ejecutivos pueden usar esa información para asegurarse de no quedar atrás, o pueden intentar atraer a más inversionistas.

"La mejor defensa para el activismo es un buen ataque", dijo Steven Barg, socio de Goldman que codirige soluciones de fusión y adquisición. "Es tener el mayor precio posible de acción y una lista de inversionistas que cree en sus acciones".

La defensa del activismo es una práctica creciente en Wall Street. El año pasado, los inversionistas gastaron sumas récord tratando de reorganizar los directorios corporativos y haciendo campaña para lograr otros cambios, según Lazard Ltd.

En las empresas objetivo, se sabe que estas incursiones cambian radicalmente las estrategias a largo plazo, consiguen expulsar a líderes de compañías y reducen los esfuerzos de expansión para, en su lugar, impulsar los pagos a los accionistas.

Goldman ha invertido elevadas sumas en tecnología para simplificar tareas como la suscripción de ofertas de acciones, eliminando miles de horas de trabajo previamente realizadas por humanos. A través de Jupiter, los negociadores pueden crear presentaciones en una fracción del tiempo en que solían hacerlo, de acuerdo con Barg. Y los clientes podrán explorar los datos ellos mismos.

La aplicación, que funciona en teléfonos móviles y computadoras de escritorio, fue desarrollada por un equipo de banqueros de inversión y científicos de datos, incluidos Barg y Richard Rivero, director general que lidera lo que la división de banca de inversión de la empresa llama su esfuerzo "estratégico".

Descubrir correlaciones

Además de ayudar a los clientes a analizar y perfilar a sus accionistas actuales, la aplicación de Goldman también identifica a posibles inversionistas. Las empresas pueden ver cómo se clasifican en las carteras de fondos según casi dos docenas de indicadores, incluido el retorno sobre el capital y el rendimiento de dividendos.

También combina datos para crear una puntuación simple de propiedad exclusiva para la vulnerabilidad de una empresa frente a invasores corporativos, expresada como porcentaje. El número no es estático, ya que cambia a medida que llegan nuevos datos. Hasta el viernes, una compañía con un 76 por ciento por un año o más era considerada tres veces más propensa a ser blanco de un activista, dijo Barg.

Algunos de los datos clave son bastante obvios, como el rendimiento total de las acciones de una empresa. Pero las pruebas retrospectivas también mostraron la importancia de otros datos, como la dispersión de las clasificaciones de los analistas. Cuando los analistas no pueden ponerse de acuerdo sobre si comprar o vender una acción, puede significar que la gerencia debe hacer un mejor trabajo al explicar su estrategia, o arriesgarse a atraer activistas.

"Si sus accionistas saben quién es usted y poseen sus acciones por las razones correctas, continuarán reteniéndolas, y reteniéndolas con devoción", dijo Barg.