Una semana  fue suficiente para que las proyecciones de Goldman Sachs dieran un giro. Previo al inicio de la guerra comercial, el banco de inversión sostenía que los impactos sobre el mercado de materias primas serían "reducidos". Sin embargo - y tras el nuevo capítulo en el conflicto - la entidad rebajó sus estimaciones con especial foco en el precio del cobre. "Cuando el temor triunfa sobre los fundamentos", es el título del reporte de Goldman Sachs en el que informa de una reducción de sus pronósticos para el cobre a tres, seis y 12 meses a US$6.500, US$7.000 y US$7.667 por tonelada, respectivamente, desde US$7.300, US$7.500, US$8.000.

La incertidumbre respecto a la evolución de las disputas comerciales, el "exagerado" temor entre los inversionistas y la restricción al acceso a créditos en China, destacan como los principales factores que impulsaron la corrección. "Las conversaciones con clientes y los datos de posicionamiento sugieren que el sentimiento es cada vez más deprimente", se lee en el texto, donde agrega que tras la fuerte liquidación que ha experimentado el cobre, recuperar la seguridad tomará tiempo. El mes pasado la materia prima apuntó una fuerte contracción de más de 15%, y a pocos días de la entrada en vigencia de las tarifas entre China y Estados Unidos, acumuló 10 jornadas consecutivas de pérdidas.

Respecto al comercio, el banco de inversión puntualiza que a pesar de que no ven una guerra comercial en su totalidad, la incertidumbre es relevante y no hay señales de una pronta resolución. Desde Bloomberg Intelligence, el analista de commodities, Mike Mcglone, explica que los metales industriales tienen alta correlación con los mercados bursátiles asiáticos. "El fuerte declive de las bolsas ha lastrado a los precios del cobre, pero esto debería ser limitado", agrega Mcglone. El punto de inflexión para Goldman Sachs lo marcó el anuncio de EEUU sobre la intención de aplicar nuevos aranceles por US$200.000 millones a importaciones chinas.

La noticia remeció a los mercados el miércoles y los commodities resultaron ser los más impactados. De hecho, el cobre medido en tonelada métrica cerró la sesión en los US$6.145 en la Bolsa de Metales de Londres. Con el valor apuntado el miércoles, el metal rojo retrocedió a su menor nivel en un año y se ubicó muy por debajo del precio objetivo fijado por Goldman para el corto plazo. A pesar de los deprimentes datos, las perspectivas indican una recuperación del precio del metal rojo hasta los US$8.000 la tonelada en 2019. "Aunque el mercado se ha vuelto difícil de navegar, en el corto plazo, creemos que el ánimo negativo es exagerado y mantenemos nuestra visión constructiva sobre los metales", sostiene.

Para fundamentar su estimación, Goldman Sachs señala que no observan cambios significativos en el equilibrio global de la oferta y la demanda. "Dado el largo ciclo de inversión, los precios deberán ser más altos para incentivar nuevos proyectos y evitar déficits estructurales", consigna el reporte, agregando que los valores deberían beneficiarse de los actuales niveles de inflación.

Ajustes en los metales

Tras la publicación del reporte, y luego de las fuertes caídas del miércoles, los commodities recuperaron terreno. El oro al contado subió ayer en 0,44% a los US$1.247 la onza, mientras que la plata lo hizo en 0,92% hasta los US$15,94. Por su parte, el hierro apuntó un avance de 0,22% que lo llevó hasta los US$63,30 por tonelada métrica. Siguiendo la positiva tendencia, los contratos de cobre a diciembre cerraron con alza de 1,21% hasta los US$2,80 por libra. Sobre la notoria recuperación de las materias primas, desde West Banking Coporation el analista senior, Richard Franulovich explica que se trató de un rebote producto de las caídas en las jornadas anteriores.

La estabilidad en el mercado de los metales depende de cómo se desarrollará el enfrentamiento entre China y EEUU, "y no debemos esperar que las tensiones desaparezcan pronto", dice Franulovich. En ese sentido, agrega que la recuperación del cobre, no se extenderá en las próximas sesiones.