Goldman Sachs dijo el lunes que prevé un mercado del crudo ajustado por más tiempo, debido al sólido crecimiento de la demanda y a la posibilidad de mayores interrupciones de suministros que podrían contrarrestar una eventual decisión de la OPEP de incrementar su producción.
"Nuestra evaluación actualizada de suministro y demanda continúa apuntando a más declives en los inventarios y precios más altos del petróleo en el segundo semestre del 2018", dijo el banco, que reiteró su estimación de que el precio del Brent alcanzará un máximo de US$82,50 por barril en el verano boreal y US$75 hacia finales de año.
"Sin embargo, continuamos viendo riesgos alcistas en nuestra previsión, incluso si las preocupaciones sobre la demanda y un alza de la producción de la OPEP afectan los precios en el corto plazo", destacó.
Los precios del crudo extendían el lunes las pérdidas de la semana pasada, en parte por la expectativa de que los principales productores mundiales, Arabia Saudita y Rusia, incrementen los suministros después de acordar junto a la OPEP un recorte del bombeo desde comienzos de 2017.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y aliados que incluyen a Rusia se reunirán en Viena el 22 de junio para decidir la política de producción.
Los actuales precios en el mercado sugieren que la reunión podría tener un impacto al alza en los precios del crudo, de acuerdo a Goldman.
El banco dijo que espera que la OPEP y Rusia determinen un aumento de 1 millón de bpd en su producción conjunta que se concretará hacia fines de año, y un alza adicional de 500.000 bpd para el primer semestre de 2019, aunque estos incrementos podrían verse contrarrestados por interrupciones de suministros de Irán y Venezuela.