La reciente ola de ventas en la bolsa de EE.UU. podría estar llegando a su fin, si la historia sirve de referencia, según estrategas de Goldman Sachs Group Inc. y Deutsche Bank AG.
Su magnitud ha coincidido con una venta “típica” del S&P 500 desde la crisis financiera, aunque a un ritmo más rápido, escribió un equipo de Goldman, dirigido por David Kostin, en un comentario el viernes. Y el posicionamiento de las opciones -el núcleo de la debilidad- se ha normalizado, señalaron sus compañeros en Deutsche, entre ellos Srineel Jalagani, el mismo día.
“A pesar de la fuerte ola de ventas de la semana pasada, seguimos siendo optimistas sobre la trayectoria del mercado de valores de EE.UU. en los próximos meses”, escribieron los analistas de Goldman. “Desde la crisis financiera, el retroceso típico del S&P 500 del 5% o más ha durado 20 días de negociación y ha sido de un 7% desde un pico a un mínimo, igualando la magnitud del retroceso más reciente, si no la velocidad”.
Una reevaluación de las valoraciones históricamente altas de la renta variable y la volatilidad en los mercados de opciones ha hecho que el S&P 500 caiga aproximadamente un 7% desde su cierre récord del 2 de septiembre, aunque mantiene un alza de casi un 50% frente al mínimo de marzo. El Nasdaq 100 ha retrocedido un 11%, después de que los inversores cuestionaran si el rally del indicador de alta tecnología podría ser excesivo.
Por su parte, el equipo de Deutsche se centró en el impacto en el mercado de opciones, utilizando una medición que analiza la cantidad de contratos bajistas en relación con los alcistas. La ratio cayó al fondo de un rango de 10 años, lo que indica un nivel extremo en perspectivas positivas, dijo el equipo.
“Históricamente, las correcciones en la relación put-call han impactado el mercado de forma aguda, pero el impacto fue de corta duración”, escribieron los estrategas.
No obstante, ambos equipos señalaron que las elecciones estadounidenses eran una fuente importante de incertidumbre para los mercados futuros.
“Los inversores aún tienen que hacer frente al próximo evento macro de las elecciones presidenciales de Estados Unidos”, advirtieron los estrategas de Deutsche. “Con un volumen probablemente sin precedentes de votos por correo, las perspectivas de volatilidad después del día de las elecciones siguen siendo altas”.