Las tensiones por las negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido han quedado bien reflejadas en la libra. La semana pasada la moneda retrocedió 1,6% frente al dólar cuando las posibilidades de un acuerdo lucían limitadas, pero este lunes la moneda británica llegó a ser la divisa que más se apreciaba en el mundo, llegando a anotar un rebote de 1,5% en un momento de la jornada hasta US$1,3405, en reacción a la noticia de una extensión de la negociación con la que se recuperan las esperanzas.

De hecho, esa fue una de las razones, junto con el inicio de la distribución de la vacuna de Pfizer y BioNTech es Estados Unidos, que también permitieron que en Chile el peso se fortaleciera hasta $729,3 el dólar, su mínimo desde octubre de 2019.

Sin embargo, el ímpetu de ambas monedas menguó con el curso de las horas. En Chile, el peso cerró prácticamente plano (-0,09%), mientras que el alza de la libra se limitó a 0,77%, en tanto que sigue pesando sobre sus hombros la persistente incógnita respecto a la relación comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea a partir del 1 de enero de 2021, fecha en la que se concretará el Brexit.

Acuerdo acotado

“La libra aún podría moverse bruscamente en un evento de ‘acuerdo’ o ‘no acuerdo’, con toda la acción que se produce de forma rápida e impredecible”, señalaron los analistas de Citi en un informe, en el que recalcan que “el Reino Unido podría negociar con la UE hasta fin de año y todavía posiblemente evitar un Brexit sin acuerdo comercial’”.

El equipo liderado por David Bailin, su director de inversiones de la entidad, recalca que los escenarios a considerar son diversos, dado que “un acuerdo comercial de la UE nunca iba a ser ‘global’ y, por lo tanto, definitivo para el futuro económico del Reino Unido”.

Es justamente esa la apuesta más compartida entre los grandes prestamistas. JPMorgan lo llama un acuerdo “flaco” (skinny en inglés) y Goldman Sachs “delgado” (thin en inglés). Este último precisa que ese resultado “garantizaría el libre comercio continuo de bienes, pero implicaría barreras para el comercio de servicios”, lo que de todas maneras le otorgaría a la libra un espacio para subir de hasta 2%, dado que los inversionistas celebrarían que “al menos por ahora se logre evitar un resultado sin acuerdo”.

Peor escenario

No obstante, también se ha hecho el ejercicio de analizar las perspectivas para la libra en caso de que las negociaciones que lideran Boris Johnson, primer ministro británico, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, no lleguen a buen puerto y la relación comercial entre ambas partes se rija exclusivamente por las reglas de la Organización Mundial de Comercio.

“Estimamos que un Brexit ‘sin acuerdo’ reduciría el crecimiento del PIB del Reino Unido en 2 puntos porcentuales hasta el 3,8% en 2021 y entre 0,6 puntos porcentuales y el 4,3% en 2022. En tiempos ‘normales’, un impacto de esta magnitud empujaría al Reino Unido a una recesión. Sin embargo, la superposición del impacto del Brexit con la recuperación esperada de la crisis de Covid diluiría el impacto general”, aseguran en UBS. En ese escenario, el de peor resultado, la libra sufriría un golpe no menor, según el banco suizo, con la libra acercándose a los US$1,25 dólares.

Se trata exactamente del mismo pronóstico que hace Barclays, desde donde recalcan que los riesgos negativos para la libra persistirán hasta que los negociadores lleguen a un acuerdo. De todas maneras, aclaran que “un acuerdo sigue siendo nuestro caso base y esperamos que la libra se recupere en última instancia”. En ese caso ven que la moneda podría superar los US$1,35.

Por su parte, en JPMorgan esperaran “una depreciación de la libra esterlina ponderada por el comercio de alrededor de 6% en caso de no llegar a un acuerdo”. Se trata de una caída que consideran “relativamente pequeña”, lo que se explica por el hecho de que ya está débil.