Flanqueado por su ahora antecesor, el economista Manuel Agosin, y el decano de la Universidad de Chile, el ex presidente del Banco Central, José de Gregorio, asumió ayer como decano de la Facultad de Economía y Negocios de esa casa de estudios.
En su discurso, fue crítico con la reforma a la educación superior de la administración Bachelet.
Sostuvo que "las disposiciones sobre gratuidad han resultado en implementaciones que a veces son injustas e ineficientes" y que "la implementación de la gratuidad universitaria tiende a exacerbar las diferencias. Los aranceles han sido fijados a un nivel bajo para quienes están sujetos a gratuidad, mientras que a los demás estudiantes se les puede cobrar bastante más", explicó.
En esa línea, subrayó que "respecto de la calidad, tampoco se ha apuntado siempre en el sentido correcto" y que por lo mismo, "me da la impresión de que se definió un objetivo general, pero sin pensar en la implementación y factibilidad. Pareciera que este objetivo se ha perseguido obsesivamente sin detenerse a pensar en los costos y en sus consecuencias para las generaciones presentes y futuras de estudiantes".
El nuevo decano también planteó como desafío hacer frente a las demandas de inclusión e igualdad de género, señalando que "como economista puedo afirmar que, tal como ocurre con la elevada desigualdad de ingresos, en particular con niveles de pobreza elevados, la inequidad de género es muy ineficiente y nos hace perder grandes oportunidades de progreso". Agregó que "hay muchas mujeres talentosas y jóvenes de hogares de bajos ingresos que no pueden desarrollar todas sus potencialidades y realizar un gran aporte a la sociedad", perdiendo, a su juicio, un gran potencial para las empresas y las políticas públicas.
Con todo, fue tajante al afirmar que "no comparto ni compartiré ninguna medida que conlleve violencia. Pero también debemos reconocer que muchas de estas reacciones ocurren como respuesta a la lentitud con que hemos actuado para abordar los problemas".