Ajusten sus relojes para una desaceleración del lujo. Como para confirmar las preocupaciones de los inversionistas de que el boom del lujo no puede durar para siempre, las exportaciones de relojes suizos se enfriaron en julio.

El crecimiento del 6,6% en las ventas en el extranjero corresponde a aproximadamente la mitad de la tasa de junio. Al ajustar por el día de trabajo adicional en julio significa que el crecimiento para el mes fue solo del 2%, según Luca Solca, analista de Exane BNP Paribas. Las acciones tanto de Richemont como de Swatch Group AG, cayeron.

A medida que aumentan las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el lujo parece estar retrocediendo. De hecho, los envíos a China y a EE.UU. cayeron. Hong Kong sigue siendo un punto positivo, apuntalado por fluctuaciones favorables de la divisa que alentaron el gasto de los turistas.

Es un presagio para las grandes marcas de la industria. Hasta ahora, Kering SA, Hermes International y LVMH no han sufrido un debilitamiento de la demanda de los consumidores chinos, que representan alrededor de un tercio de la demanda global. Pero pronto eso podría cambiar.

La caída del mercado de valores chino no ayudará a mejorar la percepción: mi colega de Bloomerg Opinion Shuli Ren, ha señalado que el continente está en sólido territorio bajista y que la confianza del consumidor ya se ha debilitado.

Agregue el hecho de que las valoraciones de lujo todavía no están lejos de sus niveles más altos en una década, y los inversionistas tienen razones para ser aún más cautelosos. Ya he señalado que Farfetch U.K. Ltd, al anunciar su oferta pública inicial de US$5.000 millones, parece estar aprovechando la demanda de bolsos de Gucci y de zapatillas de Balenciaga antes de que comiencen a aparecer las grietas.

Una interrupción en las exportaciones de relojes suizos no significa el final de la notable recuperación que ha disfrutado la industria del lujo durante los últimos dos años. Pero es otra razón para estar nerviosos.