En el marco de la Cuenta Pública Participativa para 2018 del Ministerio de Hacienda, el titular de la cartera Felipe Larraín delineó los ejes estratégicos hasta 2021 y anunció el envío de un proyecto de ley que institucionalizará el programa ChileGestiona como parte de la Agenda de Modernización del Estado, el que existe desde la primera administración de Piñera, pero sobre el cual no se siguió avanzando en la de Bachelet.
Dicho programa apuntaba a desarrollar mejoras en procesos internos de la administración pública en términos de reducción de horas extraordinarias, ausentismo laboral y recuperación de licencias médicas, además de la labor de cada servicio.
Según Larraín la idea es "expandir el universo de indicadores, hoy tenemos cuatro indicadores en el sector público, pero podríamos tener muchos más, un set como en el sector privado, y luego institucionalizarlo para que sea permanente y además porque esto va a requerir de más personal. Probablemente, cada ministerio va a necesitar de un funcionario que controle la gestión. Será interesante discutir este tema en el Congreso", explicó el titular de Hacienda.
Sobre el punto, Hacienda tiene en la mira el modelo denominado "key performance indicators" (KPI por sus siglas en inglés) que es habitual en el sector privado.
"Incluso se puede generar una sana competencia entre los Ministerios", agregó el jefe de las finanzas públicas.
Otros desafíos
El titular de Hacienda identificó además varios ejes de acción, entre los que mencionó la estabilización de la deuda y posteriormente reducir sus niveles como porcentaje del PIB; la convergencia gradual a un balance entre ingresos estructurales y gasto público en los próximos seis a ocho años; y la modernización tributaria para otorgar mayor certeza jurídica a los contribuyentes y estimular la inversión.