Se esperaba que hubiese un ajuste en las cifras macro-fiscales para este año y que comenzara a trazarse el camino de mediano plazo que acompañará el período de gobierno de Gabriel Boric. Y así fue. En el primer Informe de Finanzas Públicas (IFP) del año y también de su mandato, el ministerio de Hacienda recortó las proyecciones de las principales variables de la actividad económica en relación al informe del cuarto trimestre del año pasado y último de la administración de Sebastián Piñera, el cual, en su momento, fue calificado de optimista.
En su exposición ante la comisión de Hacienda del Senado, el titular de la cartera, Mario Marcel, junto a la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, dio cuenta del panorama previsto para 2022 y el mediano plazo.
En términos macro, la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) para este año pasó de 3,5% a 1,5%, mientras que en el caso de la demanda interna se recortó de 2,6% a -1%, tal como lo adelantó Pulso este lunes.
“Estamos adoptando proyecciones considerablemente más moderadas”, dijo Marcel ante los senadores, agregando que “la economía chilena debe hacer en 2022 una ordenada transición desde una situación de sobrecalentamiento liderada por el consumo privado, a un crecimiento sostenible no inflacionario”. Y acotó que “es una vuelta al realismo”.
La previsión para la inflación, en tanto, subió de 6,5% promedio, a 8,9%, mientras que para el cobre pasó de US$4,10 la libra, a US$4,45 y el precio del dólar varió de $825 a $811.
En base a este panorama, se espera una recaudación de ingresos del Gobierno Central Total para 2022 que asciende a $57.442.256 millones, lo que implica una disminución de 1,5% respecto de lo proyectado en el IFP del cuarto trimestre de 2021.
El informe destaca que hay un reconocimiento del empeoramiento del escenario macroeconómico para el período, lo que afecta las proyecciones de recaudación de IVA y de Impuesto a la Renta. A su vez, el cobre bruto registra una corrección a la baja, debido a un aumento de costos (insumos, energía, petróleo, entre otros) y a la decisión de Codelco de aplicar el régimen de depreciación instantánea para los ejercicios de 2021 y 2022. No obstante, se registra un leve aumento en la estimación de recaudación por tributación de la minería privada, producto del mayor precio del cobre estimado para el año, aun cuando este es moderado, dados los registros preliminares al primer trimestre.
Otra de las variables que se destaca en el informe es que el gasto público para 2022 se proyecta en $61.823.200 millones, lo que representa un aumento de $820.866 millones con respecto al gasto presentado en el informe anterior.
Según lo explicado por las autoridades, esta actualización “es consecuencia de la implementación de medidas para seguir enfrentando los efectos de la actual crisis sanitaria y económica, provocada por la pandemia del Covid-19, así como del mejoramiento del Sistema de Pensiones”. Sin embargo, respecto al gasto ejecutado en 2021, esta actualización implica una contracción del gasto de 25,2% (en base al cierre de las cuentas fiscales de 2021 presentadas en este Informe de Finanzas Públicas), siendo mayor al proyectado en la Ley de Presupuestos, de 22,5%.
De acuerdo a la Dipres, esta mayor caída del gasto se explica por una más alta base de comparación en 2021, debido a la extensión de abril a junio del IFE laboral, que implica un aumento de $208.663 millones; la implementación de la Ley N°21.419 que crea la Pensión Garantizada Universal (PGU), que se traduce a un aumento de $539.851 millones; y el aumento de $72.351 millones por el recálculo de intereses de la deuda.
Con lo anterior, se proyecta la caída de 25,2%. “Esta actualización representa un aumento de 0,3 pp. del PIB en relación con el gasto estimado en el informe anterior, debido al mayor gasto neto y al cambio en la proyección de inflación promedio para el año”, se indica en el informe.
En el documento se delineó también la proyección de crecimiento de mediano plazo que tiene Hacienda. Así, en su escenario central, la economía crecería 0,4% en 2023, para luego subir a 3% en 2024 y 2025. De esta manera, y considerando la previsión de 1,5% para este año, el crecimiento promedio de la actividad para el gobierno de Boric será de 2%.
La demanda interna se prevé que gradualmente retome tasas de crecimiento comparables al promedio observado previo al inicio de la pandemia. Por su parte, el precio del cobre convergería más lentamente de lo previsto en el IFP anterior a valores nominales en torno a su nivel de largo plazo, mientras que el tipo de cambio nominal se encontraría cercano a $740 por dólar hacia finales del período de proyección. Finalmente, el escenario supone que la inflación comienza una convergencia a la meta del Banco Central a contar del cierre de este año y se ubicaría en torno a 3% desde 2023 hasta fines del horizonte de proyección de 2026.
Deuda bajo 45% del PIB
Otra de las materias que los distintos agentes del mercado esperaban conocer era si la ruta fiscal que se presentaría iba a refrendar los distintos mensajes de responsabilidad fiscal que Marcel y el gobierno en su conjunto habían enviado en señal de tranquilidad. Y a la luz de las cifras y la visión de los expertos, esto se está cumpliendo (ver nota página 4).
En ese sentido se esperaba conocer la meta de deuda pública que fijaría el gobierno y cuál sería la trayectoria para reducir el déficit fiscal estructural. “Se ha definido una convergencia exigente, pero realista, de 0,75 puntos del PIB por año dentro del período presidencial”, mencionó Marcel en la exposición. De esta manera y considerando que para este año la proyección de déficit fiscal estructural comenzará en 3,3% del PIB, se espera llegar al 2025 con un saldo negativo de 1,1%. Para 2023 se prevé que el balance se ubique en -2,6% y en 2024 en -1,8%.
Todo esto tiene como umbral que la deuda pública no supere el 45% del PIB. Es más, en el escenario central se espera que la deuda se estabilice en 43,9% del PIB en 2025. “En la definición de esta trayectoria se ha avanzado en la aplicación de una regla dual, internamente consistente, orientada a generar una relación sostenible deuda-PIB inferior al 45%. La trayectoria para converger a esa meta se ha definido anualmente, de modo de poder verificar su avance”, sostuvo Marcel.
Asimismo, el secretario de Estado dijo que “la política fiscal se va a mantener en 2022 dentro de los márgenes definidos en el Presupuesto y continuará con una trayectoria de reducción del déficit estructural por los próximos cuatro años”.
Por su parte, la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, subrayó que “el gasto comprometido para cumplir esa meta es lo que existe hoy”. Ese supuesto considera un crecimiento del gasto de 3,7% para 2023; de 2,1% para 2024, y de -0,7% en 2024. Así, el gasto promedio para cumplir esa ruta fiscal es de 1,7% entre 2023 y 2025.
Al respecto, destacó que en la campaña se enfatizó que se iba a respetar el marco presupuestario, y esta es la confirmación de ese compromiso: la proyección de -3,3% de déficit fiscal estructural para este año.
Marcel aseveró que “está consolidación fiscal no es en lo absoluto incompatible con la implementación de la agenda del gobierno del Presidente Boric, la que se reflejará en dos dimensiones. Primero, en ajustes en la composición del gasto público, enfatizando la inversión pública y gastos ligados a la prestación de servicios con un sello inclusivo. Segundo, con una reforma tributaria que financiará la ampliación de derechos sociales y reformas estructurales en salud y pensiones, entre otros”. Martínez aclaró que esta trayectoria no tiene incluidos los recursos que se obtendrán por la reforma tributaria.
Para el déficit fiscal efectivo, se proyectó que este año cerrará con un saldo de -1,7% para luego en 2023 subir a -1,9%, en 2024 baja nuevamente a -1,5% y en 2025 sería de -1,1% del PIB.
Qué pasó con las holguras fiscales
En el último Informe de Finanzas Públicas del año pasado y último del gobierno de Sebastián Piñera, se proyectó que existían holguras fiscales por un total de US$30 mil millones para el período 2023-2026. Ese monto de inmediato fue calificado como optimista por parte de los partidarios del gobierno de Boric, y por ello, Mario Marcel dijo que ese monto se iba a revisar. Y así fue: en este informe se indicó que el espacio disponible, sin afectar la trayectoria de reducción del déficit fiscal estructural, equivale a US$25.515 millones.