El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, abordó ayer las discrepancias que han surgido al interior de la Democracia Cristiana a propósito del protocolo firmado el fin de semana por reforma tributaria, que daba luz verde a la reintegración del sistema impositivo.
En un seminario sobre competitividad organizado por Amcham, Larraín reconoció que "hay opiniones distintas dentro de los senadores DC, pero vamos a conversar con todos. Hay mucho planteamiento erróneo respecto de la integración: más de 900 mil pymes están pidiendo a gritos la integración".
Sobre la resistencia de la oposición a la idea de reintegrar, el jefe de las finanzas públicas llamó a "mirar los proyectos con la mente abierta, sin ideas previas, que miren lo que dice la Ocde", y recalcó que "vamos a tener toda la disposición de dialogar y de escuchar a los senadores DC y con todos los que quieran conversar".
En todo caso, sostuvo que "hay algunos sectores que no quieren aprobar nada de lo que venga del gobierno: esto es como en el tango, si no coopera el partner es complicado bailar".
Respecto de los plazos, el jefe de las finanzas públicas descartó, al menos por ahora, la discusión inmediata de la norma. "Queremos acelerar la discusión, pero no hemos hablado de discusión inmediata. Vamos a cumplir y esperamos que nos cumplan", sentenció.
Matices
Otro de los asistentes al seminario, el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado Ricardo Lagos Weber (PPD), respondió al emplazamiento del jefe de las finanzas públicas. "Si el ministro quiere, que tome todo el paquete tributario pyme, le pone discusión inmediata y lo tiene aprobado el jueves que viene. Otra cosa es la reintegración, que es una rebaja del impuesto a los chilenos que les va mejor", enfatizó, reiterando su propuesta de dividir el proyecto y discutir la reintegración por separado.