En Informe de Finanzas Públicas del segundo trimestre trajo cambios acotados para el escenario macroeconómico y fiscal. Pero no por ellos menos importantes. En lo general, Hacienda recortó la proyección de crecimiento para este año de 2,7% a 2,6% y de esta manera se va consolidando la visión que ya habían adelantado los economistas luego de conocer las cifras de Imacec de 1,1% de mayo de que la actividad este año mostrará un crecimiento más cercano a 2,5%.
De acuerdo a la explicación que entregó el gobierno en la Comisión de Hacienda del Senado, esta reducción se debió principalmente a una revisión a la baja del crecimiento del PIB no minero para este año que pasó de 2,4% a 2,1%. Este panorama sería compensado, en parte, por el buen desempeño del sector minero para el cual se elevó la previsión de PIB de 4,6% a 6%. Asimismo, en las proyecciones se mejoró el precio del cobre desde US$4,20 a US$4,30 la libra.
“La minería “ha tenido un crecimiento algo más sólido en los últimos meses reflejando, básicamente, la expansión de la producción en varios de los grandes proyectos mineros en Chile”, afirmó el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
En su descripción del escenario macroeconómico, Marcel explicó que “la actividad económica ha confirmado el retorno a su senda de crecimiento con los datos del primer trimestre. En lo que va del segundo trimestre vemos una desaceleración que está dentro de los márgenes que estimamos para la predicción del año en su conjunto; en el tercer trimestre vamos a tener una recuperación importante y sobre todo los últimos tres meses del año vamos a ver cómo se va consolidando un crecimiento para el año dentro de los rangos que nosotros hemos estado proyectando”.
Con todo, para 2025 ajustó la estimación del PIB al alza, desde 2,5% a 2,6%.
Para el tipo de cambio hubo una corrección a la baja desde $928 a $916, mientras que para la demanda interna hubo un ajuste de 2% a 2,1% y para la inversión se mantuvo en 0%.
Marcel precisó que “las cifras de Cuentas Nacionales del primer trimestre de este año dan cuenta de una estabilización que esperamos que vaya seguida de una recuperación, especialmente, dado que este ha estado muy marcado por el comportamiento de la inversión en maquinaria y equipos. Y, por otro lado, porque se ha ido enriqueciendo el pipeline de proyectos de inversión, por lo menos el medido por la Corporación de Bienes de Capital, con lo cual la caída que se pensaba que tendría la inversión este año probablemente no se va a materializar”.
Con respecto a la inflación, las proyecciones de Hacienda incorporan el impacto del alza de precio de la cuenta de la luz para el próximo año pasando de 3,4% promedio a 4,4% promedio anual. Para este año, en cambio, no ven un mayor efecto, ya que su previsión promedio 2024 pasa de 3,8% a 3,7%, sin embargo, en la proyección anual esperan que se ubique sobre 4%.
Menor gasto público e ingresos
En la descripción del escenario fiscal, Hacienda y la Dirección de Presupuestos ajustaron las proyecciones de ingresos fiscales tanto efectivos como estructural. Para lo primero, Hacienda estimó que los ingresos totales alcanzarán $70.588.322 millones (22,9% del PIB), lo que implica un alza real de 6,2% con respecto a los ingresos efectivos del año 2023. No obstante, son $828.806 millones menor a lo estimado en el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre de este año (-1,2%).
De acuerdo al informe, esa diferencia “se fundamenta por una importante reducción en la proyección de recaudación de los impuestos de declaración anual para el total de los contribuyentes, por los resultados obtenidos en la Operación Renta 2024, información con que no se contaba en el informe anterior”. A ello se suma “la corrección a la baja en rentas de la propiedad”. Sin embargo, se menciona que “la proyección de mayores ingresos por cobre bruto (Codelco) e imposiciones previsionales compensan cerca de la mitad de la disminución mencionada”.
Respecto a los ingresos tributarios netos, el informe proyecta un aumento real en 2024 respecto de la recaudación efectiva del año anterior, pero menor al del informe pasado. “Se estima que los ingresos tributarios netos aumenten en un 11,8% real, lo que se descompone en un alza de la recaudación asociada a GMP10 de 41,4% y de los ingresos tributarios del resto de los contribuyentes (no mineros) de 10,3%”.
Sin embargo, esta proyección es -$1.047.805 millones menor al nivel proyectado en el informe previo, “debido exclusivamente al ajuste a la baja en la tributación de resto de contribuyentes. Por otro lado, la proyección de los impuestos indirectos y los otros impuestos se mantienen equivalentes al informe pasado”.
En el detalle, el informe explica que “la caída de la proyección de la tributación de resto de contribuyentes se debe al resultado de la Operación Renta, lo cual disminuye la base de tributación para todo el año de la declaración anual del Impuesto a la Renta. Sin embargo, los aumentos de la declaración y pago mensual y de los PPM compensan parte de esta disminución. Se estima que los impuestos de la declaración anual disminuyan más que las devoluciones de renta, en un 30,1% y 21,3% respectivamente”.
En cuanto a los ingresos estructurales el año 2024 se proyectan $69.450.806 millones, lo que s traduce en una baja de 1,1% respecto a lo estimado en el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre de 2024. “Esto se debe principalmente a la corrección a la baja de la proyección de los ingresos tributarios netos estructurales de un 1,3%, debido al reconocimiento de la menor recaudación esperada de la tributación de resto de contribuyentes, y a la baja de los otros ingresos (que no se ajustan por el ciclo). El alza de la proyección de las imposiciones previsionales de salud compensó una parte de estas disminuciones”.
Como consecuencia de los menores ingresos previstos, el gobierno explicó que ajustará a la baja el crecimiento del gasto público para este año. Para 2024 se proyecta que el gasto del Gobierno Central será de $ 76.294.940 millones, lo que representa una disminución de $ 779.404 millones con respecto de lo expuesto en el informe anterior que a su vez corresponde a una variación de -1,0%. “Esto es consecuencia del significativo esfuerzo fiscal realizado por el Gobierno, reflejando el compromiso de esta administración con manejar los recursos de manera responsable”, describió la directora de Presupuestos, Javiera Martínez.
En el informe anterior se proyectó un alza de 4,9% y ahora será de 3,9%. No obstante, cabe recordar que cuando se presentó la ley de Presupuestos 2024 se ingresó con un alza del gasto público de 3,5%. Luego al cierre de 2023 se subió a 5,6% y el informe del primer trimestre de este año se redujo a 4,9%.
Dado este escenario, se informó que se mantienen las estimaciones de balance fiscal efectivo y estructural desde el IFP del primer trimestre de 1,9% del PIB y de 2,2% del PIB respectivamente. Y la deuda bruta totalizaría cerca de 40,1% del PIB estimado para el período, inferior al 40,6% previsto en el Informe publicado en mayo y al 41,2% contemplado en el IFP publicado a principios de este año.