"Aceptaron esas condiciones. No fue fácil, pero las aceptaron”. Eso fue lo que dijo el Presidente Sebastián Piñera sobre el acuerdo con los bancos para establecer el marco de condiciones que regulará el funcionamiento de la línea de crédito con aval estatal.
Ante esto, el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, (Abif), José Manuel Mena, si bien reconoció que la incertidumbre jugó un rol fundamental en la toma de decisión de los bancos, aclaró que la adhesión solo fue posible gracias a las garantías que se pusieron sobre la mesa para compartir el riesgo crediticio, y también al Banco Central.
En conversación con Radio ADN, el líder de la banca explicó que este acuerdo fue posible porque "se tiene una garantía que permite compartir el riesgo. En esta situación de incertidumbre tenemos dos elementos que posibilitan esta tasa de interés inédita. Tenemos el financiamiento del Banco Central por el plazo de la operación y esta garantía estatal”.
Sin embargo, y aunque reconoció que el riesgo es compartido “todavía hay un componente que el banco asume”, por eso, dijo “que es una decisión que las instituciones financieras deben hacer de forma cuidadosa, de forma tal que no se sobreendeude el cliente pero al mismo tiempo que exista una probabilidad alta de que ese crédito sea recuperado”.
El acceso de las microempresas a la banca
Según la Multigremial de Emprendedores, son cerca de 800 mil empresas de menor tamaño que se verían imposibilitadas de acceder a esta línea de crédito por no estar bancarizadas. Sobre esto, el líder de los banca si bien aclaró que las cifras oficiales indican que alrededor de un millón de personas cuentan con giro, reconoció también que “hay un segmento pequeño del orden de los 400 mil que no tiene acceso a los bancos (...) Y nos encantaría que tuvieran acceso porque son los clientes que tiene relación de deuda con una institución financiera los que finalmente van a tener la posibilidad en esta oportunidad”.
Así, y a juicio de Mena esta situación “se ha debido a malas políticas públicas que han ido creando un conjunto de situaciones que lo que hacen es fomentar la informalidad (...) La tasa máxima convencional ha sacado de la formalidad a miles de personas y de pequeños emprendimientos. Hay una desbancarización”, apuntó a la par de asegurar que esto ha derivado en que “los bancos quedemos excluidos de segmentos sobre los cuales debiéramos apoyar de manera formal”.