El conflicto que mantuvo a Verónica Calderón Volochinsky enfrentada en duros términos con sus tres hermanos -Andrés, Lázaro y Michel- llegó a su fin este viernes.

En un escueto comunicado, la familia anunció el cese de tres meses de disputa, señalando que "en base al respeto y cariño mutuo que siempre han prevalecido, los hermanos Calderón Volochinsky han resuelto sus diferencias en el seno familiar, recomponiéndose las confianzas mutuas".

Si bien no se entregaron detalles del acuerdo alcanzado -el que se habría sellado este jueves- fuentes conocedoras del proceso manifestaron que este considera una serie de operaciones societarias, las que no se materializarán de inmediato, sino que se irán concretando durante el año.

La pugna entre los herederos de Alberto Calderón fueron dadas a conocer a través de un artículo publicado por PULSO en marzo de este año, cuando se informó del quiebre de las confianzas al interior del grupo familiar.

La única hija de los Calderón Volochinsky había contratado los servicios del abogado Juan Pablo Hermosilla para determinar las circunstancias en que fue excluida del aumento de capital realizado en 2011.

Luego de esa operación, la participación de Verónica Calderón se redujo desde poco más de 13% a un 7,9%, en circunstancias que la de sus hermanos aumentó a 15,03% cada uno, al concurrir al aumento de capital.

Mientras Verónica acusaba completo desconocimiento de la disminución de su participación societaria, el resto del clan, incluido el padre, argumentaba que ella misma había estado de acuerdo con el procedimiento y firmado la autorización para realizar dicha operación.

El no haber concurrido al aumento de capital, le habría significado a la hija de Alberto Calderón y Patricia Volochinsky, un perjuicio patrimonial de US$17 millones por concepto de dividendos más otros US$103 millones, que corresponden al valor de mercado de sus acciones, se informó en mayo pasado.

Luego de conocer este monto, la afectada inició acciones legales que derivaron en una medida prejudicial, pero que finalmente no siguió avanzando.

El comunicado enviado por la familia ayer viernes señaló además que "quedaron claros los hechos del pasado y se valoraron los largos años de exitoso trabajo de los hermanos".

El acuerdo alcanzado por la participación societaria en Ripley tendría muy contentos a los hermanos que participan en la compañía, ya que uno de los focos que se puso al abordar esta crisis fue tratar que el problema familiar impactara lo menos posible al retailer y se trataran como asuntos completamente separados, comentó una fuente. De hecho, hoy la acción de la compañía tuvo una leve variación positiva en la bolsa.

"Como familia de empresarios reafirmamos nuestro compromiso de seguir contribuyendo al desarrollo y bienestar del país", finaliza el comunicado.