El gobierno busca alcanzar un acuerdo con las cuatro autopistas urbanas de la Región Metropolitana, que permita modificar el mecanismo con que se reajustan todos los años los valores del TAG, y así reducir las alzas en los peajes.
Si bien es una medida que beneficiará a todos los automovilistas que transitan por estas carreteras, no todos le sacarán el mismo provecho.
De acuerdo a datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) de 2017, a nivel país los hogares que más gastan en pago de peajes son los del 20% de mayores ingresos (quinto quintil), con $18.841 promedio mensual. Mientras, el 20% de menores ingresos (primer quintil) gasta en promedio solamente $1.660 mensualmente, es decir, 11 veces más bajo. Considerando todos los hogares, el gasto promedio es de $7.262 promedio al mes.
En tanto, en el Gran Santiago, la diferencia en el gasto entre el primer quintil y el quinto es de 8,6 veces, aunque el gasto es mayor, lo que se explica por la existencia de las carreteras urbanas. De hecho, el primer quintil gasta en la capital $3.061, mientras el quinto desembolsa en promedio $26.590.
El martes, el exministro de Transportes y académico de Economía de la U. de Chile, Andrés Gómez-Lobo, mostró cifras similares vía twitter, a lo que replicó ayer el ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine.
"Cuando uno analiza los impactos de este tipo de políticas en la distribución de ingresos, tiene que expresar esos mismos números como porcentaje de los ingresos de los afectados. Cualquier persona que converse con los chilenos de clase media o vulnerable, sabe que el costo de los peajes es un porcentaje significativo del presupuesto y probablemente en muchos casos más significativo que los sectores de altos ingresos", señaló ayer el secretario de Estado a Radio Pauta. Y agregó que "estamos hablando de autopistas que cruzan toda la ciudad y, en consecuencia, estamos hablando de una política que beneficia a las grandes mayorías".
En tanto, el investigador de Libertad y Desarrollo, Rodrigo Troncoso, afirmó que "es un error relacionar el uso del auto únicamente a los sectores de altos ingresos, porque es cada vez más masivo. Hay que evaluar todas las alternativas y ver la que sea más conveniente para el país".
Menos peso en total
Al respecto, las cifras de la EPF muestran que el gasto de los hogares más pobres en peajes, como porcentaje de su gasto mensual total, llega a 0,28%, un tercio de lo que representa en las familias de mayores ingresos (0,86%).
Por su parte, Gómez-Lobo agregó ayer a PULSO que, a nivel nacional, 13,2% de los hogares del primer quintil declara pagar peaje, mientras en el quinto quintil llega a 64,1%.
Asimismo, planteó que dada la congestión que hay en la capital, una medida como acotar las alzas de peajes debe ir acompañada de un plan de gestión de demanda. "Como política de transporte se está disminuyendo el precio del uso del auto", indicó y agregó que debería cobrarse más en zonas de más congestión en relación a las de menos, o incluir tarificación vial para el centro de la ciudad.