Horizontal y fortalecimiento de Fonasa: “No queda claro que esta nueva modalidad permita a actuales beneficiarios de isapre mantener su cobertura”

Fonasa Agencia Uno

El centro de estudios elaboró un documento donde analiza la ley corta que presentó el gobierno y señala que la propuesta de fortalecimiento de Fonasa "se construye sobre supuestos cuestionables, lo que hace dudar de su viabilidad". Sobre el fallo de la Suprema, afirma que "en lugar de interpretar que el fallo es de aplicación general, contrario a nuestro ordenamiento jurídico, el gobierno podría interpretar que el fallo es de aplicación relativa, con lo cual la deuda de las isapres asociada al fallo se reduciría considerablemente”.


Luego de que la Corte Suprema dijera que “no hay nada que aclarar” respecto al polémico fallo sobre las tablas de factores en el sistema de isapres, el gobierno ha señalado que seguirá adelante con la ley corta que ingresó para poner en marcha la sentencia.

Pero a juicio del centro de estudios Horizontal, dicha iniciativa no resuelve el problema. “El proyecto de ley corta no evita esta eventual crisis, ya que la solución propuesta –la creación de una nueva modalidad en Fonasa— descansa sobre supuestos cuestionables y no permite asegurar que no caerán prestadores de salud privados”, señala una de las conclusiones del informe “Cómo salir de la crisis de isapres y habilitar la reforma a la salud”, donde la economista Soledad Hormazábal “analiza la efectividad de la ley corta enviada por el gobierno y se plantean directrices para contener una eventual crisis sanitaria y habilitar la necesaria y postergada reforma del sistema de salud”.

La autora del documento e investigadora de Horizontal, comenta que “la interpretación del fallo que hace el gobierno, lleva a la quiebra a las isapres. Esto generaría una crisis sanitaria que afectará a toda la población. Buscar una salida a esta situación es fundamental, no sólo para garantizar la continuidad de atención de los pacientes, sino que también para habilitar la necesaria y postergada reforma al sistema de salud chileno”.

En esa línea, el documento plantea que “es indispensable que el proyecto de ley se haga cargo de dar una salida técnica y políticamente viable al fallo de la Corte Suprema, lo que pasa por encontrar una fórmula que reduzca la incertidumbre y no implique la quiebra de la gran mayoría de las aseguradoras privadas. En lugar de interpretar que el fallo es de aplicación general, contrario a nuestro ordenamiento jurídico, el gobierno podría interpretar que el fallo es de aplicación relativa, con lo cual la deuda de las isapres asociada al fallo se reduciría considerablemente”.

También señala que “otra posibilidad interesante son las alternativas de cálculo que realizan los exsuperintendentes, Manuel Inostroza y Héctor Sánchez, que, dando cumplimiento al fallo y aún si es de aplicación general, no inviabilizan el sistema asegurador de salud privado. Por ejemplo, proponen que se realice el cálculo por contrato, contabilizando rebajas y descontando alzas tanto dentro como entre contratos; o que se establezca que el período en que corresponde efectuar la devolución de cobros en exceso corresponde sólo a los meses en que las isapres tuvieron utilidades; entre otras propuestas”.

Por otro lado, el documento analiza el fortalecimiento de Fonasa que contempla la ley corta, mediante la creación de una nueva modalidad de atención llamada Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC). Al respecto, dice que “no queda claro que esta nueva modalidad permita a los actuales beneficiarios de isapre mantener su cobertura y la propuesta se construye sobre supuestos cuestionables, lo que hace dudar de su viabilidad. El proyecto de ley tampoco contempla nuevos recursos para la salud pública”.

En esa línea, el estudio señala que un elemento que la ley corta y su informe financiero “no evalúan adecuadamente es la selección adversa: dado que este será un seguro voluntario y que no tiene restricciones por razones sanitarias, podría suceder que sólo las personas más enfermas lo elijan, en ese caso el valor de la prima subiría. El punto anterior se refuerza si se da una caída ´desordenada´ de las isapres, esto es que vayan quebrando de a poco, puesto que los afiliados enfermos y con preexistencias de las aseguradoras que quiebren no podrán cambiarse a otra isapre, sino que llegarán a Fonasa”.

De esta manera, añade que “la nueva modalidad MCC concentraría personas enfermas y con preexistencias presionando el valor de la prima y el gasto público al alza. Es plausible suponer que incluso en un escenario catastrófico no quebrarán todas las isapres, ya que existe una isapre abierta relativamente nueva –Esencial— que no acumula deudas considerables por el fallo de la Corte Suprema y cuya relación deuda patrimonio se mantendría sana. Por lo tanto, es factible que frente al colapso del sistema se dé una situación de descreme de la cartera que afectará a Fonasa negativamente”.

Y dice que “pese a lo anterior, el gobierno asegura que la implementación de la nueva modalidad MCC arrojará un margen positivo para el Estado, es decir, los ingresos por cotizaciones serán superiores a los gastos en prestaciones y a los gastos administrativos. Esto se basa en una serie de supuestos erróneos”.

Entre esos “supuestos erróneos”, menciona que “la Dipres usa como referencia para modelar el comportamiento sanitario de la población que llegará a Fonasa desde las isapres a quienes estuvieron afiliados a alguna isapre en diciembre de 2022, sin tomar en cuenta el efecto de la selección adversa”.

También, que la “Dipres supone que el gasto en licencias médicas de los nuevos afiliados a Fonasa es igual al que tuvieron los afiliados a isapres durante 2022, sin embargo, se sabe que la tasa de rechazo de las licencias médicas (15%) es muy superior a la de Fonasa (6%), por lo tanto, el gasto por este concepto debiera incrementarse”.

Asimismo, argumenta que “el informe financiero estima que un 2,5% de los nuevos afiliados a Fonasa tendrán un egreso hospitalario en la modalidad MAI y que el 50% de estos nuevos afiliados serán beneficiarios de la atención primaria de salud (APS). Esto significa que podrían llegar hasta 75.580 nuevos pacientes a la ya colapsada red de hospitales públicos y hasta 1,5 millones de nuevos pacientes a la APS, sin embargo, el proyecto de ley no contempla inversiones o mayor gasto en la red pública de salud”.

Finalmente, menciona que “existen una serie de prestaciones a las que acceden los afiliados a isapre que Fonasa no cubre, aproximadamente un 30% de las prestaciones de ispare no tienen código Fonasa. Si estas prestaciones no se cubren, aumentará el gasto de bolsillo de los actuales beneficiarios de isapre que se cambien a la MCC, pero si se cubren, se elevará el gasto de Fonasa”.

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