Hasta la madrugada de este martes se extendieron las negociaciones, pero terminaron siendo infructuosas. El sindicato de trabajadores N°1 de Escondida, el mayor yacmiento de cobre a nivel mundial, iniciará una huelga legal tras no alcanzar un acuerdo con BHP, la controladora de la operación, con un 57,5% de la propiedad, y donde Rio Tinto tiene el 30% y el consorcio japonés Jeco el restante 12,5%.

Según detalló la agrupación sindical en un boletín a sus asociados, difundido por Reuters, las conversaciones que expiraban a la medianoche del lunes se extendieron hasta las primeras horas de este martes, pero no se consiguió un entendimiento que evitara la paralización de actividades.

“Les informamos que tras conversaciones con la empresa, estas no presentaron avances sustantivos que permitieran proyectar un resultado favorable a las sentidas y relevantes demandas de los trabajadores, por lo que se ha producido el cierre de la mediación obligatoria”, planteó el sindicato.

Con ello, afiraron que la huelga legal se hará efectiva en el primer turno, desde las 08:00 horas de este martes.

En 2017, los trabajadores del sindicato N°1 de Escondida protagonizaron una extensa huelga de 44 días en el yacimiento controlado por BHP, que afectó fuertemente la producción de la compañía y empujó los precios del cobre a nivel global. Además, la paralización de ese año afectó al PIB de Chile, que creció entre 0,5 a 0,6 puntos porcentuales menos por efecto de la extensa paralización. Sólo en frebrero de ese año, el Imacec se contrajo 1,9% por la menor actividad minera, que cayó 19% por la detención de operaciones de Escondida.

Escondida representó el 23,7% de la producción de cobre en Chile durante el primer semestre. Casi lo mismo que aportó Codelco en el mismo perpiodo. En los primeros seis meses del año, produjo 614,4 mil toneladas de cobre, según datos de Cochilco. La producción en Chile del metal rojo ascendió a 2,6 millones de toneladas en el período.

A la paralización de Escondida se suma la huelga legal iniciada este lunes por 270 trabajadores de Caserones, operada por Lundin Mining, que también afectará la producción de cobre en Chile, aunque en una menor medida.

En la víspera, el poderoso sindicato acusó a la empresa de “práctica antisindical” contra la mesa de negociación presentando una oferta en su ausencia. La propuesta incluía un bono por de $27 millones, o cerca de US$28.900, por cada socio.

El sindicato ha considerado que el precio del cobre, tanto actual como proyectado, hacen de Escondida un “negocio fabuloso” y han pedido distribuir en partes iguales entre todos los trabajadores el 1% de los dividendos entregados a los inversionistas extranjeros.

En tanto, la empresa ha sostenido que el contrato que rige al yacimiento es uno de los mejores de la industria y sus ofertas buscaban mejorarlo.