Humphreys rebaja otra vez la clasificación de riesgo de Clínica Las Condes

La agencia calificadora de riesgo Humphreys recortó por cuarta vez en sólo cinco meses la clasificación crediticia de Clínica Las Condes (CLC) a “B” desde “BB” con tendencia “en observación”, debido a su limitada capacidad de acceso a financiamiento. Esto, después de que la sociedad informara sobre un ajuste a sus estados financieros por pasivos por más de $7 mil millones de su balance 2023 que no habían sido reconocidos, de que un grupo de médicos se querellara por estafa, apropiación indebida y por entrega de información falsa al mercado en contra de su directorio y de su primera línea ejecutiva, y de que dos integrantes del directorio renunciaran a la mesa, decisión que fue seguida por la dimisión del gerente general interino de la filial Seguros CLC.

Hasta el primer semestre de este año, esta agencia le había asignado una clasificación de deuda de A- a CLC. Pero de allí empezó a reducirla: el 5 de julio la bajó a BBB+, el 11 de octubre a BBB-, el 7 de noviembre a BB y ahora la llevó a B. En paralelo, la agencia ICR la calificaba con nota A- hasta abril de 2024, pero el 3 de julio la redujo a BBB- y el 21 de octubre, a BB+.

“El cambio (...) responde a que los últimos hechos que directa o indirectamente han afectado a la empresa –necesidad de reformular estados financieros por no reconocimiento de pasivos y querella por parte de profesionales de la salud en contra de ex ejecutivos y directores del emisor- repercuten negativamente en la imagen que el mercado tiene de la empresa, resintiendo aún más su ya débil capacidad de acceso a las fuentes de financiamiento”, dijo la agencia.

Humphreys resaltó que, en los próximos meses, la compañía se enfrenta a vencimientos de deuda “con una fuerte estrechez de caja”, lo que pone en aprietos su gestión operacional. La firma cuenta con vencimientos de deuda bancaria cada mes y de capital e intereses de bonos en los meses de abril y mayo próximos.

Aunque la agencia dijo que no le corresponde referirse a los méritos de las acciones judiciales, sí admite que “incide negativamente en su negocio, puesto que no es ajena al riesgo reputacional de la compañía”. “Lo relevante, desde la perspectiva de la clasificación de riesgo, tiene relación con situaciones que desfavorecen la imagen institucional y la marca Clínica Las Condes, lo cual cobra especial importancia en un escenario de restricción de liquidez para el emisor dificultando aún más su acceso al financiamiento”, explicó.

Esto, dado un escenario, dice la agencia, donde no se conocen medidas que pudiesen dar una solución más estructural al problema de liquidez.

Esta situación podría revertirse si la empresa fortalece su liquidez, ya sea mediante nuevas fuentes como aportes de capital o deuda, o a través de la generación de mayores ingresos mediante las últimas medidas que ha adoptado la administración, como la contratación de nuevos médicos y el restablecimiento de sus convenios con isapres, como el que suscribió en junio con Nueva Masvida y en octubre con Colmena.

Durante 2023, la compañía generó ingresos por $202.263 millones y un EBITDA (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, una medida del flujo de caja operacional) de $ 23.513 millones. Su deuda financiera del año pasado alcanzaba los $198.141 millones, con un patrimonio total consolidado de $267.075 millones. Pero durante este año, según sus resultados a septiembre, acumulaba ingresos por $122.995 millones -una caída del 10% respecto a igual periodo del 2023- y un EBITDA de sólo $928 millones, con una deuda financiera que bajó levemente a $192.170 millones y un patrimonio de $267.518 millones.